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Joan Llaneras dio ayer sus primeras vueltas al Palma Arena desbordando ilusión. Epistard mallorquín, que adelantó que tiene la intención de estar en todas las etapas de la Challenge Illes Balears, expresó su satisfacción por poder disputar el Mundial en Sant Ferran y desveló que «la pista es diferente a todas en las que he estado, pero tiene muy buena pinta e intentaré luchar por el podio». Llaneras, que manifestó que el velódromo era «un sueño» y una «deuda histórica» con el ciclismo balear, es la referencia del próximo Mundial y uno de los aspirantes a subir el cajón en la prueba de puntuación. No obstante, eporrerenc no quiere adelantar acontecimientos y comenta que «ganar depende de muchas circunstancias y ahora lo único que puedo prometer es guerra para intentar lograr un buen resultado». Inicialmente el mallorquín debía disputar la prueba de americana, pero la muerte de Isaac Gálvez en los Seis Días de Gante le ha dejado sin su compañero habitual en una especialidad en la que formaban una pareja capaz de aspirar a todo. No obstante, aún no se ha desvelado si Llaneras tomara parte de la americana: «Se que correré la puntuación y la americana todavía no está claro».

El hexacampeón del mundo ya ha definido su calendario para llegar en las mejores condiciones posibles al Campeonato del Mundo de ciclismo en pista y la primera prueba de fuego para calibrar sus posibilidades arrancará el domingo: «Para mí es muy importante la Challenge porque será una de las piedras sobre las que dar forma a mi proyecto en la preparación y si se dan las condiciones tengo previsto salir todos los días. Después de correr en Mallorca estaré un día concentrado en San Sebastián y posteriormente entrenaré dos semanas en altura en México para luego venir dos semanas y ultimar la preparación técnica ya sobre la pista». La agenda que ha confeccionado le impedirá estar presente en el Campeonato de España de ciclismo en pista que servirá como test de cara al Mundial de finales de marzo.

Tras tomar contacto con el velódromo, epistard isleño analizó que «la pista es muy fina y suave, aunque todavía se nota que hay algo de humedad y, de momento, tiene los inconvenientes de la temperatura y las obras. Es muy ancha y el peralte es bastante suave, por lo que quizás no favorece a los velocistas, pero lo cierto es que es un velódromo muy diferente a todos en los que he estado». Además, también valoró que «si es rápida o lenta será para todos igual y yo no tengo ningún problema».