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La decepción por el cuarto puesto logrado por el equipo español en la Combinada de natación sincronizada marcó la jornada, en la que Francisco Hervás también rozó el bronce en la prueba de 5 kilómetros de aguas abiertas.

Las chicas de Anna Tarrés se habían clasificado para la final con la tercera mejor puntuación, pero contra todo pronóstico fueron superadas no sólo por Rusia y por Japón, sino también por Estados Unidos, que se colgó el bronce en una decisión muy cuestionada por la delegación española.

De hecho, el objetivo del equipo español era sumar siete medallas en la especialidad de sincronizada, aprovechando que se otorgarán nuevas medallas en sólo, dúo y por equipos, pero a las primeras de cambio no salieron las cuentas.