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Gregorio Manzano insiste. El técnico del Mallorca no está dispuesto a que sus jugadores bajen los brazos por muy cerca que esté la permanencia y ya se ha marcado un triple objetivo para este fin de semana. El jienense pretende que el equipo salga de Balaídos con 42 puntos en la mochila, que consiga el primer triunfo a domicilio de esta segunda vuelta y que conecte dos victorias consecutivas por primera vez en toda la temporada. Un desafío de altura para un grupo en constante movimiento que gastará frente al Celta el primer match bal del ejercicio.

El preparador andaluz va a centrar su esfuerzo en evitar la relajación del vestuario y ayer se apresuró a recordarle publicamente que el de mañana no es un partido más: «Está claro que la situación del Celta no tiene nada que ver con la nuestra y que no es lo mismo empezar la jornada con 30 o con 39 puntos. Tenemos que salir a ganar, como siempre, pero en este caso hay que disipar dudas y cumplir con ese triple reto. La salvación este año rondará los 42 puntos y son los que debemos reunir cuanto antes. Ahora ya pienso que la salvación está muy cerca y si llegamos a esa cifra la daremos por certificada. El siguiente paso sería intentar superar lo de la temporada pasada», reconocía.

El entrenador mallorquinista le dedicó una porción muy importante de su intervención al Celta de Vigo, al que considera como uno de los conjuntos mejor dotados de los que hay instalados en el vagón de cola de la clasificación. «Tienen un pedazo de equipo, con grandísimos jugadores y no sé muy bien porque están ahí abajo. Independientemente de lo que ocurra el domingo, creo que es uno de los equipos que todo el mundo piensa que no pasará apuros para permanecer en Primera», apuntaba. Con respecto a los problemas que presenta el conjunto gallego a la hora de sacar adelante sus partidos como local, Manzano argumenta que el Mallorca vivía una situación muy parecida hace tan sólo unos meses y que sería un error dejarse llevar por un factor tan variable: «Nosotros tenemos un máster en eso. Además, ellos ya arrancaron un importante triunfo ante el Deportivo y probablemente ganen los cuatro partidos que les quedan en su estadio. Harán sus cuentas y tratarán de invertir su dinámica. No será cómodo y la afición, por muchos pitos que haya habido hasta ahora, estará a muerte con los suyos. Tampoco podemos olvidar que, estadísticamente, Vigo no ha sido una plaza favorable para el Mallorca. El año pasado, sin ir más lejos, llegábamos allí después de seis jornadas invictos y mordimos el polvo», recordaba.

Más incógnitas
El técnico bermellón se refirió también a los planteamientos utilizados por su colega Hristo Stoichkov, aunque según el jienense, el plan de asalto del búlgaro sigue siendo una incógnita: «En dos jornadas no da tiempo a evaluar demasiado. En el primer partido en casa plantearon el partido de manera más ofensiva y en Zaragoza, probablemente por la baja de Pablo García, utilizó dos pivotes y un dibujo diferente. Ahora mismo no sé porque se va a decantar de cara a este fin de semana. Es un misterio».

Manzano no quiso desvelar si las pruebas que llevó a cabo en el ensayo general del jueves -alineó juntos en ataque a Víctor y Trejo- tendrán continuidad sobre el césped de Balaídos y se mostró especialmente preocupado acerca de la posible baja de Jonás, ya que le obligaría a renovar su apuesta por las alas: «Todos pueden entrar para ser titulares, pero lo que trato de hacer en los ensayos de los jueves es buscar que los dos equipos sean lo más competitivos posibles para que no se rompa a los diez minutos. Además, quería ver a Trejo junto a Víctor, pero no saqueis conclusiones aceleradas». El técnico añadió que «si Jonás no llega a tiempo, nos quedaremos sin nuestros dos hombres de banda. ¿Pasar a Arango a la izquierda? Es otro recurso posible», matizaba.

El máximo responsable técnico del conjunto rojillo abordó también la salida de Diego Tristán de sus planes: «Igual tendríamos que tener la posibilidad de inscribir a veinte jugadores en cada convocatoria o de poner a quince sobre el terreno de juego. Si Diego se queda fuera es porque hay otros compañeros que tienen mejores prestaciones o pueden darle mayor rendimiento al equipo. También tengo claro que un delantero, para marcar, tiene que jugar y si éste lleva toda la vida alimentándose de goles y ahora no los hace, tenemos un problema».

Lo que no varía en el discurso del técnico andaluz es su interés por aplazar los movimientos del próximo proyecto hasta que el campeonato no llegue a sus capítulos finales. Hasta entonces, las renovaciones y los fichajes seguirán congelados: «La primera semana de junio, en la que hay un parón parece la mejor indicada para empezar a darle forma al nuevo proyecto», confesaba.