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Europa Press|BONN
El escándalo de dopaje que rodea al antiguo Telekom, conocido ahora como T-Mobile, no cesa y a los ex corredores que ya han admitido que realizaron prácticas dopantes en el equipo alemán, se unió la confesión del veterano velocista Erik Zabel, aún en activo en las filas del Team Milram italiano. La otra confesión fue de Rolf Aldag, actual director deportivo del T-Mobile.

«Es muy difícil para mí decir esto a mi hijo, a mis padres. Les he mentido», dijo Zabel en la conferencia de prensa, visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos. «He probado el dopaje, era consciente de que sin él no se podía vencer», añadió. El velocista reconoció haber tomado EPO «durante 1996», pero que tuvo que dejar de hacerlo «una semana después por los efectos secundarios. Esa fue mi única experiencia con el dopaje», aseguró.

«No sé que va a pasar, pero era hora de contar toda la verdad sobre el pasado», afirmó. Aldag reconoció haber consumido EPO antes del Tour de 1995. «Presento mis disculpas. El consumo de EPO comenzó en 1995. Y mi mala conciencia empezó en 1997 cuando me tenía que levantar a las cinco de la mañana para medir mi hematocrito y evitar ser controlado positivo», declaró. Aldag dejó claro que «todo el mundo lo está haciendo. Para mí, la EPO era la droga milagrosa», relató.