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REAL MADRID: Casillas; Ramos, Pepe, Cannavaro, Torres; Balboa, Diarra, Guti, Robinho; Raúl y Saviola. También jugaron Soldado y Baptista.
BELENENSES: Marco; Cándido, Rolando, Devic, Alvim; Rubén Amorim, Gabriel Gómez, José Pedro, Silas; Mendonca y Roncatto. También jugaron Fernando Moura, Bastos, Oliveira y Amaral.

Arbitro: Teixeira Vitienes. Mostró tarjeta amarilla a Guti y a Mendonca.
Goles:
1-0, minuto 90, Robinho.
Carlos Alberto Fernández|A CORUÑA
El Real Madrid debutó en España con un gris encuentro (1-0) ante Os Belenenses, en el trofeo Teresa Herrera, que el brasileño Robinho resolvió en el último instante para llevar a su equipo a la final, en la que se enfrentará al Deportivo de La Coruña.

El campeón de Liga aprovechó el torneo gallego para poner sobre el tapete de Riazor un once que muy similar al que alineará el próximo sábado ante el Sevilla en el primer partido de la Supercopa de España.

Con las lesiones de Van Nistelrooy e Higuaín, el internacional argentino Javier Saviola acompañó al capitán Raúl en la delantera, en tanto que Balboa y Robinho trataron de aportar, con diferente resultado, profundidad a las bandas.

El brasileño fue el mayor incordio del equipo de Schuster, pero su peligro fue desaprovechado por sus compañeros, a los que les faltó resolución en las jugadas de ataque porque tanto Raúl como Saviola perdonaron ante la meta de Marco. El panorama no fue mucho mejor en defensa, que dio facilidades a los portugueses para disparar desde la frontal del área de un excelente Casillas.

Salvado en defensa por el de siempre, en ataque el Real Madrid pudo desequilibrar el partido con dos saques de esquina rematados de cabeza por Raúl y el portugués Pepe, pero el primero se marchó a escasos centímetros del larguero de Marco y el segundo fue atajado por el cancerbero luso.

No mejoró la situación para los madrileños en el segundo acto, ni siquiera con la entrada de Soldado, que dejó en el banquillo a Saviola. El Real Madrid fue un equipo sin orden, con todos los jugadores ofreciéndose en la línea de tres cuartos de ataque pero sin capacidad para encontrar espacios en la férrea defensa de los portugueses.

Llevaron más peligro los lusos al área de Casillas, que respondió con los puños a un disparo de José Pedro desde fuera del área y no tuvo necesidad de emplearse ante un remate de cabeza de Mendonca que salió por encima de la portería blanca. Las pocas ideas del Real Madrid y la falta de puntería de Os Belenenses conducía el partido a la tanda de penaltis, pero Robinho cambió el pronóstico con la ayuda del portero del equipo luso, que vio como el disparo del brasileño se le colaba por debajo de las piernas.