Emperador Jorge

Giorgio está imponiendo una dictadura en la parrilla de 250 centímetros cúbicos. El isleño empezó en conquistar el mundo el pasado 10 de marzo en Qatar y tras clavar la bandera de Lorenzo's Land en la arena de Doha no ha cesado en su batalla psicológica ante el resto de aspirantes. Se exhibió en Jerez, voló en Shanghai, se sacó una espina en Le Mans y maravilló a sus fieles en Montmeló. Todo eso antes de agrandar su leyenda en Assen, Brno o en el nuevo trazado sanmarinense, que le abrió sus brazos al campeonato el pasado fin de semana. En total, ocho triunfos de prestigio, calidad y raza. Ocho muestras de una grandeza que, hasta la fecha, no conoce límites.

Además de ampliar su colección de trofeos, el rey Jorge se ha propuesto plasmar su nombre entre los libros de historia del deporte español. Con sólo 20 años, ya ha adelantado a Sito Pons y Dani Pedrosa en cuanto a victorias amasadas en 250 y su próxima misión es dar caza al mayor acaparador de triunfos en un solo año, sin tener en cuenta la categoría. De momento, el techo lo sigue marcando Martínez Aspar en 125, que en 1988 subió a lo más alto del podio en el Jarama, Imola, Salzburgring, Spa, Rijeka, Paul Ricard, Anderstorp y Brno. Lorenzo dejará obsoletas sus actuaciones con sólo sumar otro primer puesto y, una vez que lo consiga, se centrará en los que hasta el momento son los reyes de su cilindrada actual. Biaggi (1996), Melandri (2002) y Rossi (1999) alzaron los brazos en nueve ocasiones a lo largo de un mismo ejercicio; Hailwood (1966) y Mang (1981) lo hicieron diez veces y Daijiro Katoh (2001) presume de plusmarca con once. Ahí reside precisamente su nuevo desafío, en destronar al malogrado piloto nacido de Saitama, que perdió la vida en el año 2003, precisamente durante el gran premio celebrado en su país.