Alemania inició la defensa de su plata y el camino hacia Madrid como esperaba. En cuestión de resultado, porque la victoria con prórroga de por medio ante la República Checa (78-83) sirve para desnudar las carencias de un equipo que peca de excesiva dependencia de Nowitzki y carece de un base capaz de poner orden. Pero Dirk y los suyos ganaron, sin convencer, y dan un paso al frente en el Palma Arena.
Le costó a Alemania deshacerse de un rival correoso en unos primeros minutos de tanteo. La fuerte defensa planteada por los checos anulaba el poderío interior de Femerling y sacaba más de lo corriente a un Nowitzki. La República Checa concentraba sus esfuerzos en el tiro exterior y la agilidad de Starosta en la pintura, pero no eran argumentos convincentes. Con estas, un triple de Barton y una acción culminada por Welsch ponían en el electrónico un 5-0 que encendía las luces de alarma en el banquillo de Bauermann. Dos minutos y medio necesitó Alemania para abrir el marcador y superar la férrea defensa individual checa. Un triple de Greene parecía devolver al partido a sus cauces normales (5-6), pero el rival sabía que sus remotas opciones pasaban por estrenarse con victoria. Nervios, atasco bajo los tablerosÂ… Eso lo aprovechó Chequia para despegarse en el electrónico (9-6). Nowitzki volvía a hacer de apagafuegos, pero la conexión Welsch-Starosta tenía el día. Con una máxima de cuatro (12-8), los de Hummel hicieron perder los papeles al oponente. La antideportiva cometida por Greene reflejaba el estado de ánimo de un equipo poderoso en el rebote, pero sin guía a la hora de encestar. Pero tener al MVP de la NBA le sirve de algo a Alemania, cuyo alma reside en el jugador franquicia de los Mavericks, que lo intentó arreglar y lo consiguió, pero una última posesión perfecta en defensa de Chequia le recordaba que Alemania iba a necesitar algo más que clase.
Tuvo que ser un lanzamiento estratosférico de Sokolovsky el que diera más emoción. Su triple ponía cinco abajo a Alemania (19-14), un equipo que dista mucho del que se colgó el bronce en Belgrado. Bauermann optó por rotar, e incluso por dar descanso a su estrella. Okulaja salía para dotar de físico, pero tuvo que firmar un triple salvador en plena crisis (22-19). De poco sirvió, pues acto seguido, Barton les devolvía la moneda (25-19). Bauermann no encontraba solución y con esas, el segundo cuarto avanzaba y Benda se destapaba como la alternativa a Starosta. La grada empezaba a soñar con la campanada (27-23, minuto 18). E igual que en el primer cuarto, Chequia apretó los dientes en defensa, bloqueó a Nowitzki y optó por el contragolpe como táctica para romper físicamente a una Alemania fuera del partido. Un 4-0 para echar el cierre al segundo parcial (31-25) sembraba la duda. Y tuvo que ser Nowitzki, cómo no, el que acudiera al rescate. En el tercer cuarto y la República Checa bajó el ritmo, los tiros ya no entraban y Alemania se aplicaba en el rebote. El choque volvía a empezar de cero, pero siempre con los de Bauermann por debajo. Okulaja era el hombre a seguir de cerca cuando a Nowitzki no le salían las cosas, pero entretanto, el cinco centroeuropeo seguía imprimiendo su ritmo y llegaban guaritmos sonrojantes para la subcampeona (42-34). Margen para la reacción restaba, y bien lo sabía Nowitzki, quien anotó dos triples letales (43-42) que enchufaron a Alemania. Un parcial de 1-10 (ocho del jugador de Dallas) daba la vuelta al choque (44-46) y permitía a los germanos ver la luz tras 25 minutos a rebufo.
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