Héctor vuelve a casa

Y es que Héctor es uno de los almerienses más ilustres y presume de ello. Durante muchas campañas ha sido el único jugador de la ciudad en la cima del fútbol nacional, un papel estelar que comparte ahora con su paisano José Ortiz, el exclusivo representante almeriense en la primera plantilla, y con el sevillista Diego Capel.

De hecho la carrera deportiva de Héctor sólo es comparable en Almería con la de Antonio Biosca, un ex jugador del Betis que defendió a la selección nacional en el Mundial de Argentina'78, y que está considerado el mejor futbolista almeriense de toda la historia.

Formado en las categorías inferiores del Zapillo Atlético -el equipo de su barrio-, comenzó a destacar en las filas del Plus Ultra. A los 19 años, a Héctor le llegó la oportunidad de dar el salto a categoría nacional, con el Polideportivo Almería -que se fusionó en 2001 con el Almería CF para crear la actual Unión Deportiva Almería- entonces en Tercera División, presidido por Antonio Gómez Pomares y bajo la dirección técnica de José María Maguregui.

Tras lograr el ascenso, militó en el conjunto rojiblanco en Segunda B hasta que captó la atención del Elche en el verano de 1995. Tres temporadas después, tras un ascenso a Segunda y un descenso a Segunda B, se marchó al Sevilla. Allí se encontró con Marcos Alonso, quien dijo de él que no servía para jugar en Primera División.

Sin embargo, y pese a esas manifestaciones de su técnico, fue clave en el ascenso del conjunto hispalense a Primera División en la temporada 1998-99 que le propició su estreno en la elite el 22 de agosto de 1999. Tras vivir el descenso de categoría firmó por el Deportivo con la carta de libertad bajo el brazo.