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José Anselmo Moreno|VALLADOLID
El Real Valladolid transita esta temporada por la Primera división con el mismo «traje» de segunda (con la novedad de Sesma como jugador de campo) y un once enteramente nacional, a excepción del guardameta francés Butelle y del camerunés Daniel Kome, quien juega por la lesión de Víctor en pretemporada.

Las sensaciones del Valladolid en este inicio de curso demuestran que la diferencia entre la Segunda y la Primera división no es tanta, razón de más cuando el Almería o el Murcia también han mostrado una cara muy competitiva ante equipos de enjundia en la máxima categoría. En el caso del Real Valladolid, afrontó su regreso a primera con un bloque similar al que le dio el ascenso el pasado mes de abril y el mismo entrenador, José Luis Mendilibar, quien mantuvo al equipo invicto durante veintinueve jornadas y que ha formado un grupo solidario, que presiona en el campo como un bloque sin fisuras. «Es la mejor presión de la categoría», llegó a decir Lotina tras empatar en Zorrilla al frente del Deportivo el pasado 2 se septiembre.

El equipo vallisoletano, en sus setenta y ocho años de historia, jamás presentó una secuencia de resultados tan espectacular como la de la pasada temporada, pero eso aparece ahora como un proyecto inconcluso ante las sensaciones que está dejando el equipo en el inicio de esta liga, en la que lo mejor parece estar aún por venir. No es de extrañar que «Mendi» sea actualmente un héroe en Pucela...