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La noche más festiva del campeonato arrancó cuesta arriba. Al descanso, Son Moix goteaba pesimismo. Dos goles recibidos y una sensación de haber visto antes esta función empujaba a la versión más derrotista de la hinchada.

Quizás fueran las rotaciones, la presencia en el campo de tipos como David Navarro, Basinas o Castro, o el respeto, exagerado, por un rival que se había convertido en el centro de todos los elogios tras su empate ante el Real Madrid. Da igual. Sea lo que fuera lo que había provocado la torrija inicial desapareció al descanso. Manzano tocó a zafarrancho y el equipo se tiró a la yugular del Valladolid, al que goleó 4-2 cuando perdía 0-2 al descanso.

Cuando Manzano puso las piezas en su sitio, el Mallorca atropelló a su rival con una simpleza desconcertante visto el primer tiempo. Fue suficiente con apostar por Víctor -entró por Chori Castro en el descanso-, escorar a Juan Arango y liberar a Jonás de los grilletes defensivos. El Valladolid se desintegró con la fórmula y bajó los brazos.

Con esas armas -Jonás y Arango en las bandas, Ibagaza de enganche, Güiza y Víctor arriba- el grupo de Manzano filmó una segunda mitad de ensueño. Víctor se enchufó al partido desde que pisó el césped y se rebeló contra ese destino de suplente que se le ha asignado desde que el curso abrió la barrera. Víctor es un tipo que jamás da un balón por perdido, que rebaña cada jugada y que siempre está preparado. Quizás necesita mejorar su línea de tiro, pero es un 9 de garantías que el Mallorca no se debe permitir tener en la oscuridad.

La noche también sirvió para que que Arango encontrara la salida del laberinto con dos goles que no le hicieron olvidar los pitos que le dedicó la grada en la primera parte por su mal juego.

En este inicio de campeonato, con el final del primer mes a la vuelta de la esquina, el Mallorca puede presumir de sus mejores números de las últimas nueve campañas. Desde los albores del curso 1998-99, con Cúper en el banquillo, el grupo balear no alcanzaba la quinta jornada con un botín tan generoso en sus alforjas. En aquella ocasión, totalizaba nueve puntos al término de la quinta jornada; en el presente torneo suma 8, una cifra que le permite instalarse en la zona noble de la Liga. También es reseñable los nueve goles anotados, sólo superados por Sevilla y Madrid. Y el domingo el Betis de Cúper...