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Fernando Fernández / Albert Orfila El Govern quiere fichar a Joan Llaneras. Al margen de ser el mejor deportista balear de todos los tiempos, el heptacampeón mundial de ciclismo en pista parece llamado a ser una de las piezas claves dentro del engranaje del Palma Arena. El modelo de gestión de la instalación está todavia por definir por parte del Consorcio que gestiona su funcionamiento (por el momento nulo a expensas de concretar las pertinentes licencias de final de obra y actividades), pero lo que los rectores del área deportiva del Ejecutivo tienen claro es que se tendrían que fijar tres áreas diferenciadas. Una primera administrativa, otra jurídica, para la que la mejor posicionada es la actual responsable de la instalación, Marga García; y por último una parcela exclusivamente deportiva en la que ya hay un claro aspirante.

Y es que Llaneras reúne el perfil adecuado para situarse al frente de una de las áreas de la colosal instalación. De hecho, el porrerenc fue uno de sus principales impulsores y avalistas. Sus consejos sirvieron para elegir a Ralph Schürmann como primer arquitecto y ayudaron a perfilar los diferentes detalles técnicos de la mejor pista del planeta, un velódromo de referencia para la Unión Ciclista Internacional (UCI), que vería con buenos ojos la llegada de Llaneras al mando del Palma Arena, un recinto que contempla el organismo en vistas a albergar eventos ciclistas de primer nivel internacional en un futuro más inmediato.

Al margen del deporte del pedal, de que el doble medallista olímpico es toda una estrella mundial, el Palma Arena está llamado a recibir eventos polideportivos, sociales y culturales que animarán la explotación del pabellón, cuyo Plan de Usos definitivo está definiéndose, de la misma manera que su coste final, sometido al control de los servicios jurídicos del Govern, que a estas alturas ronda los noventa millones de euros.