Tras el espectacular triunfo sobre el asfalto de Phillip Island (Australia), con veinte segundos de ventaja sobre el segundo, el piloto balear tiene su segundo título consecutivo a sólo cinco puntos, con lo que le bastará con ser undécimo en la penúltima manga de un Mundial que se cerrará el próximo cuatro de noviembre en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste.
El pupilo de Dani Amatriaín, según informa el gabinete de prensa del equipo, ha descansado un día y medio en Melbourne y, tras un vuelo de ocho horas, ha llegado hasta Kuala Lumpur, donde espera poder rubricar una gran temporada, la última en el Campeonato del Mundo del cuarto de litro antes de dar el salto a MotoGP.
Lorenzo, pese a tener tan cerca el título y a carecer de la obligación de forzar, sigue siendo ambicioso y aseguró que su objetivo en Sepang es el triunfo, con lo que se acercaría más al récord del japonés Daijiro Katoh, que ganó once pruebas en una temporada.
«Voy a tardar en olvidar la carrera de Phillip Island, ya que me divertí como nunca. Realizamos un gran trabajo en los entrenamientos y la moto iba genial. Hubiera sido bonito hacer coincidir el triunfo con el título mundial, pero esta parte no estaba bajo mi control. Dovizioso estuvo ahí y ahora nos faltan cinco puntos en dos carreras, siempre que Andrea las gane», comentó al piloto mallorquín del equipo Fortuna Aprilia.
De la misma manera, Lorenzo cree «que la mejor táctica seguirá siendo hacer nuestro trabajo como sabemos, dar el máximo en todo momento e intentar ganar. Si somos capaces de hacerlo, el título caerá por su propio peso», aseguró Lorenzo.
El piloto español vaticinó en Malasia «una carrera dura, esta vez con calor y humedad en lugar de frío y viento. Tendremos poco tiempo para aclimatarnos, pero como es igual para todos no podemos quejarnos. Espero que las cosas me salgan bien y volvamos a casa como campeones del mundo», añadió.
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