Dani Güiza está en racha. Ocho jornadas y 583 minutos después de reestrenarse en la plantilla del Mallorca, el delantero jerezano se ha destapado como el jugador más desequilibrante del conjunto que gestiona Gregorio Manzano y se ha erigido en una amenaza constante para el resto de equipos del campeonato. El arquero bermellón, que reconoce que en la Isla ha encontrado la estabilidad que necesitaba para catapultar definitivamente su carrera, intentará ampliar hoy sus registros goleadores a costa del Espanyol y de paso, amargarle a Kameni su partido número 100 en la Liga española.
La sonrisa de Güiza es el mejor indicativo del buen estado de salud que presenta ahora mismo el bloque mallorquinista. El gaditano, que se animó a posar para este periódico en el polideportivo de Sant Ferran y a participar en un reportaje en el que también colaboraron los responsables de la escuela de Sant Ferran, cree que el esfuerzo que se realiza a diario en Son Bibiloni es básico para la buena marcha del equipo: «Todo está saliendo muy bien. Se trabaja duro en los entrenamientos y es importante para encarar los partidos. Si hacemos el mismo encuentro que hicimos la semana pasada en Huelva podemos ganar al Espanyol, que ahora mismo está impresionante. Va a ser complicado».
Lo único que rechaza Güiza hasta el momento son las promesas realizadoras, ya que considera que el bagaje colectivo está por encima de todo. «Voy de jornada en jornada y nunca voy a prometer un número de goles porque me tengo que centrar en el trabajo diario para que los domingos el equipo pueda ganar», apunta. Y en ese sentido, Ibagaza es su mejor aliado sobre el terreno de juego: «Con el Caño se juega bastante bien, igual que con Borja Valero. Son dos futbolistas parecidos y vamos a conseguir algo importante con ellos seguro», vaticina.
El 14 del Mallorca señala a la tranquilidad que han invadido su vida personal como la base de su éxito actual: «Ha cambiado todo. El Güiza de ahora es mucho más maduro que el de mi primera etapa en la Isla, en la que era un chavalito, pero la verdad es que debo agradecérselo a la familia, sobre todo porque me hicieron centrarme en el fútbol. Ahora mismo estoy en mi mejor momento y ojalá siga porque quiero disfrutarlo», confiesa. Además, en breve su vida dará otro giro importantísmo, ya que su novia y su punto de apoyo más sólido, Nuria Bermúdez, dará a luz en los próximos días (ya ha salido de cuentas) a un niño mallorquín que llevará el nombre de Dani. «Me estoy encontrando aquí de maravilla. Conocía la Isla y sé por donde me tengo que mover. Mi señora y yo estamos viviendo espectacular».
En cualquier caso, Güiza también culpa al Mallorca de su metamorfosis: «El club también ha cambiado; es más cariñoso y tiene más trato con los jugadores. Creo que es algo bueno tener un presidente que cada cierto tiempo viene a ver los entrenamientos y que te habla directamente».
Más allá de los goles a los que aplicarle su firma, Güiza tiene además el deseo de que el público de Son Moix se lo pase en grande con el equipo y apoya la apuesta de Manzano por el buen fútbol. «Queremos hacer disfrutar a la afición, algo que creo que se perdió hace tiempo aquí», comenta. Aun así, destaca que cuando se consiga matemáticamente la permanencia, se puede seguir buscar algo más: «Lo único que tenemos que pensar es en ir partido a partido y si podemos estar arriba mucho mejor, pero nosotros tenemos que intentar sumar los puntos de la salvación rápido y, si se puede, soñar con algo».
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