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Efe|MADRID
La «vieja Europa», las potencias que han acudido con asiduidad a las grandes competiciones en el último decenio, volvieron a imponer su orden en la fase de clasificación y evitaron un vuelco en Austria y Suiza.

Italia volvió a ser Italia, Francia ni precisó jugárselo todo en la última jornada, gracias al favor «azzurro», España revivió en el mes decisivo e Inglaterra encontró en Tel Aviv el aire que le faltaba y debe confirmar, el miércoles en Wembley, su presencia en la Eurocopa.

No ha habido grandes sorpresas, pese a los augurios. Sólo a ingleses y portugueses les ha hecho falta llegar a la última jornada y, ambos, no precisan más que empatar como locales ante Croacia, ya clasificada, y Finlandia.

Experiencia
De las doce selecciones que han confirmado su presencia en el sorteo del próximo 2 de diciembre, en Lucerna, nueve ya estuvieron en el Mundial de Alemania 2006 (Alemania, Croacia, España, Francia, Holanda, Italia, Polonia, la República Checa y Suiza). A éstas se deben unir el miércoles, Suecia, Inglaterra y Portugal, que también disputaron la fase final mundialista. Respecto a la Euro de Portugal 2004, repiten, por el momento: Grecia, España, Francia, Suiza, Croacia, la República Checa, Alemania y Holanda.

Polonia acude por primera vez a una Eurocopa, pero ya estuvo en el Mundial y, a su favor, cuenta con la dirección del holandés Leo Beenhakker, un especialista en sacar el máximo rendimiento de sus equipos, que se ganó la renovación hasta 2009 antes del decisivo partido contra Bélgica.

«Es definitivamente, uno de los mayores éxitos de mi carrera. El comienzo de la fase de clasificación fue muy difícil, pero terminamos de forma fantástica. Es un gran éxito para los jugadores que, en muy poco tiempo, han sido capaces de lograr una clasificación histórica», ha afirmado Beenhakker.

Para ello, ha contado con la aportación goleadora del delantero del Racing de Santander Eusebiusz Smolarek, autor de nueve goles, que abandonó a hombros el estadio Slaski de Chorzow, tras marcar los dos tantos de la victoria ante Bélgica.

Sabia nueva aporta, también, Rumanía, que ha recuperado el prestigio perdido en los últimos años y, guiada por Victor Piturca, vuelve a ilusionar a su afición. El conjunto rumano que ya avisó hace un año, cuando derrotó a España en el amistoso disputado en Cádiz (0-1), ha comandado con claridad el grupo, por delante incluso de Holanda.

La fase de clasificación ofreció una revancha al español Luis Aragonés, al que las derrotas contra Irlanda del Norte y Suecia, en el arranque de la campaña, pusieron al borde del despido.

Aragonés aguantó las presiones, las críticas por no convocar al madridista Raúl y las polémicas por vetar a la prensa pero, finalmente, llevó a España a una fase final, incluso ilusionada, después de vencer con buen juego a Dinamarca y golear a Suecia (3-0).

Por eso, sonó a revancha su sentencia, tras la euforia provocada por la victoria frente a Suecia: «Tengo fecha de caducidad» (el 1 de julio de 2008).
El italiano Roberto Donadoni también tuvo que superar duras críticas. Recibió la peor herencia posible, la conquista del campeonato mundial por Marcello Lippi y la sombra de éste le ha perseguido desde entonces.

Como Luis Aragonés, tuvo su propio «caso». En esta ocasión, se trató de Alessandro del Piero, que con la llegada al banquillo del ex centrocampista del Milán salió del equipo.