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Fernando Fernández En plena cuenta atrás, el vestuario del Palma Aqua Mágica aguarda con expectación y enorme preocupación las noticias que a lo largo del día de hoy se produczan. El anuncio del presidente del Palma Aqua Mágica, Guillem Alomar, de retirar el patrocinio sobre el equipo de la LEB Oro si el Govern, tal y como tiene previsto en su orden del día, desaclasifica los terrenos de ses Fontanelles, donde Aqua Mágica tiene previsto edificar un centro de ocio que ya cuenta con todos los permisos para salir adelante, pero que puede verse paralizado ante la iniciativa de urgencia del Ejecutivo encabezado por Francesc Antich. La posible retirada del equipo debería tratarse en una reunión extraordinaria de la junta directiva, aunque Alomar tiene claro que «si no se puede desarrollar el proyecto, mantener el patrocinio carece de sentido», con lo que asocia directamente a la decisión del Govern el futuro de la escuadra.

La noticia fue tema monográfico de conversación en el entrenamiento de ayer del Palma. Pese a que jugadores y cuerpo técnico ya tenían información, la recibieron oficialmente a lo largo de la jornada. Por ello, y pese a que en el horizonte se halla la cita frente al Hospitalet (domingo, 19 horas, Palma Arena), la preocupación fue una constante. El capitán, Pep Pacreu, ya ha pasado por una situación similar en Gijón y recuerda que «no está en nuestras manos. Hay que esperar, pero la noticia nos ha sorprendido, y mucho» recordó el catalán. Xavi Puyada prefirió «no hacer caso y centrarnos en el partido», de la misma forma que Miquel Feliú, resignado a una situación sobre la que tenía «poca información, aunque creo que no podemos hacer nada», señaló.

El máximo responsable técnico, Diego Tobalina, se enteró «por la prensa cuando desayunaba, pero cuando llegué ya había jugadores que lo habían visto. Bastantes problemas tenemos para el domingo con lesiones, el pabellón...». El asturiano reconoció que estos hechos «crean incertidumbre, pero tenemos que aislarnos y que no nos afecte, indepenientemente de lo que pase el lunes, porque ante el Hospitalet nos jugamos mucho».

Y es que a los problemas físicos del lesionado Lou Roe, se ha unido el esguince de tobillo que padece José María Balmón. Pese a todo, parece que en andaluz estará el domingo, pero se ha unido a la larga lista de visitantes de la enfermería del doctor Munar. Su renovación era uno de los temas calientes, pero la situación del club y el posible final del ciclo del patrocinador detienen en seco el proceso.

Por su parte, el presidente de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears, Jaume Estarellas, semostró «muy preocupado, porque ha costado mucho llegar hasta aquí y sería un revés importante para el baloncesto mallorquín y balear. Puede pasar de todo, pero no es un episodio agradable», prosiguió el veterano dirigente.

Desde el rival, el director general, del Bàsquet Inca, Willy Villar, prefirió «no añadir nada más a lo publicado» y deseó «que se arregle, por el bien del deporte». Mientras, el director general d'Esports, Gabriel Gili remitió a lo publicado por los medios informativos, y el conseller, Mateu Cañellas, puso como muestra al Inca «que se ha quedado sin patrocinador y les estamos ayudando, pero no puede vivir exclusivamente del dinero público».

El final del Aqua Mágica podría afectar también al equipo de EBA, el Palma Playa Park, aunque el hecho de que el desembolso en patrocinio sea radicalmente inferior alimenta las esperanzas del Imprenta Bahía.

A expensas de conocer la decisión del Consell de Govern sobre la desclasificación o no de ses Fontanelles y el consiguiente efecto sobre Aqua Mágica, la opción de renunciar a la competición de forma inmediata podría tener serias consecuencias sobre la LEB Oro. Jaume Estarellas explicó que al no haber finalizado la primera vuelta «se le resta un partido a cada uno de los equipos y se procede a la ejecución de los avales o del efectivo depositado», con un importe final del proceso que desde el club se reconoce que se acerca a los 360 mil euros. «Además, sólo descendería un equipo a LEB Plata y la plaza, actualmente del Palma, pasaría a ser propiedad de la Federación Española. En caso de retirarse en la segunda vuelta, se dan por ganados los partidos disputados al rival», prosiguió Estarellas.

El ambiente no es el mejor, y tanto jugadores como técnicos están realmente preocupados por su futuro profesional, que pasa en buena medida por lo que el Govern decida respecto al futuro de ses Fontanelles, un escenario alejado de las canchas y que se ha convertido en clave.