TW
0

Efe |BARCELONA
El gran clásico del fútbol español pone el broche de oro al 2007 en el Camp Nou, en un duelo entre un Barcelona condicionado por la baja de Leo Messi con el Real Madrid, líder, que mira el presente para no dar crédito a la estadística que señala que en los últimos 25 años sólo venció en una ocasión en Liga en casa de su eterno enemigo.

El clásico paralizará el mundo. Barcelona y Real Madrid protagonizarán un duelo, sin duda marcado por la lesión de Messi, y las dudas que planean sobre Ronaldinho y Guti. Dos 'magos' que pueden dejar en el banquillo Rijkaard y Schuster.

El Barcelona se la juega ante el Real Madrid sin Leo Messi. Con cuatro puntos por debajo del líder, a los de Rijkaard no les sirve otra cosa que no sea ganar ante un equipo que históricamente sufre en el Camp Nou.

Será un clásico atípico. Al margen de la ausencia de Messi, gran protagonista del último con sus tres goles, existe la fundada posibilidad de que Ronaldinho, el ídolo caído, lo vea de inicio desde el banquillo.

Más allá de tácticas o de técnicas, el interés se centrará en Rijkaard. El entrenador holandés está ante una de las decisiones más trascendentes de su carrera. Si deja en el banquillo a Ronaldinho habrá sentenciado el futuro del brasileño en el club. Es una decisión que va más allá de la simple alineación en un partido.

Rijkaard pide compromiso y Ronaldinho no parece estar por la labor. Hace unos días, el holandés le recriminó su falta de interés en una práctica. Dos días antes del clásico, el holandés volvió a hacerlo.

Si es consecuente, el técnico lo dejará en el banquillo, como ya hizo en Mestalla, donde el Barca ganó por 0-3 y recuperó sus viejas sensaciones y a Samuel Eto'o, autor de dos tantos. Aquella victoria, sin embargo, tuvo una consecuencia que puede ser decisiva para la suerte del partido de hoy: la lesión de Leo Messi, una nueva lesión muscular, que le mantendrá de baja un mes.

Además no sólo Ronaldinho está amenazado con el banquillo. Deco también lo está. El caso es diferente. El portugués hace pocas fechas que se ha recuperado de una lesión y no ha entrado en el equipo porque Eidur Gudjohnsen, su sustituto en esta posición, ha cumplido con creces en su retorno a la media, una posición que no había ocupado desde sus días en Stamford Bridge.

Mientras, el Real Madrid llega al Camp Nou como sólido líder, con la motivación extra de derrotar al máximo rival pero la tranquilidad de saber que ocurra lo que ocurra, despedirá el 2007 primero de la clasificación.

Vuelve Bernd Schuster, socio 115.088 del Barcelona, al Camp Nou. Lo hace por primera vez como técnico del Real Madrid y restando emotividad al reencuentro con la que fue su primera casa en España como jugador. Aquel centrocampista de melena rubia que llegó de Colonia, se vistió de azulgrana en 1980, pasó del estrellato a la polémica, y acabó cambiado la casa del enemigo para fichar por el Real Madrid en 1988.

El indomable carácter de Schuster sigue marcando su caminar por el mundo del fútbol. Ahora, como entrenador, vuelve al Camp Nou con su imagen cada día más asentada en el banquillo del Real Madrid.

El Camp Nou será un duro examen para el líder. «En mi primer clásico no me enteré ni del partido. Un ambiente así te puede superar». Son palabras de Raúl González en una entrevista con Efe. Resume la atmósfera que se respira en un clásico, que en las últimas décadas ha podido con el Real Madrid en numerosas ocasiones. El madridismo se agarra al último como referencia, sobre todo por la imagen ofrecida.