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Guillermo Ortego La vigesimoprimera jornada de Liga en Tercera ha servido para confirmar que la categoría está muy igualada y que a estas alturas del campeonato nadie regala nada y que cualquier equipo puede sumar los tres puntos. Y si no, que se lo pregunten al líder, el Atlètic Balears, que a los veinte minutos de partido perdía por dos a cero en Ses Pesqueres y que al final salvo un punto (2-2) como mal menor en unos últimos minutos con varias ocasiones y en los que cualquiera de los dos equipos se podría haber llevado el triunfo. «Si antes de empezar el partido me hubiesen dicho que empataríamos, habría firmado, pero viendo como se desarrolló, pudimos haber ganado», asegura Kike Darder, entrenador del Artà. Este resultado pone de manifiesto que las diferencias entre plantillas y presupuestos quedan al margen cuando una vez comienza el partido.

Los grandes favorecidos de este empate, sin lugar a dudas, fueron los perseguidores de los blanquiazules, la Peña Deportiva y el Constància, que sumaron los tres puntos ante el Cala d'Or (0-2) y ante el Alaior (2-0) respectivamente. Los de Dani Mori se impusieron a un rival que acumula tres derrotas seguidas y que no debería descuidarse si no quiere tener problemas clasificatorios mientras que los de Carlos Martínez sudaron más de la cuenta para superar, en los minutos finales, el planteamiento ultradefensivo de los menorquines. «Lo que me ha gustado de mi equipo es que no ha se ha desesperado y ha seguido buscando el gol hasta el final», afirmaba el técnico local a la finalización del partido.

El Mallorca B, cuarto clasificado, no pudo aprovechar el tropiezo de los baleáricos aunque tenía una salida muy complicada a Manacor, que solventó con un empate (1-1). Los de Pep Sansó por su parte, perdieron una buena oportunidad para acercarse a los mallorquinistas en la tabla. El Santanyí, próximo rival de los de Jaume Bauçà, se reencontró con la victoria tras dos derrotas goleando al colista (4-0).

Los que dieron un paso atrás en sus aspiraciones fueron el Ferriolense, que cayó en Mahón (1-0), y el Binissalem, que hizo lo propio en Ciutadella (2-1). Los de Jaume Mut y Miquel Bestard no pueden fallar más si quieren seguir con opciones de alcanzar los puestos que dan derecho a jugar las eliminatorias de ascenso.