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Un extraño silencio recorrió el pasado domingo cada rincón del estadio. Los gritos de aliento que cada quince días resuenan en el ONO Estadi desaparecieron bruscamente. En lugar de un recinto deportivo que invita al jolgorio y la fiesta, Son Moix se transformó en una enorme biblioteca. Para encontrar el motivo de este mutismo, que llamó la atención de los propios jugadores, hay que apuntar al Fondo Norte.

Allí se incrusta la facción más ruidosa de la hinchada, la Peña Supporters Mallorca, cuyos inquilinos habituales dejaron un vacío enorme. Los miembros de la peña mallorquinista, que está registrada como tal desde hace un par de años, optaron por dar plantón al equipo tras unas discrepancias surgidas entre su presidente, Javier Abril, y algunos miembros de la Policía Nacional.

Según el socio y peñista del equipo bermellón, los cuerpos de seguridad «se excedieron a la hora de registrarme» y «me faltaron al respeto». Esa circunstancia provocó su marcha voluntaria del estadio, una decisión que arrastró a medio centenar de Supporters. «Somos unos 200 que siempre acudimos al estadio con la única intención de animar al equipo. De hecho, como quedó demostrado el domingo, si nosotros no animamos, el estadio es como un cementerio. Lo que no puede ser es que nos traten como a unos delincuentes por el simple hecho de pertenecer a esta peña. La verdad es que, después de esto, no tenemos muchas ganas de animar y ya veremos si acudimos al próximo partido».

Para Javier Abril, la chispa que encendió la mecha se produjo a la hora de acceder al recinto: «Nos cachean como si fuéramos delincuentes cuando vamos con nuestra gorra y nuestra bufanda como cualquier otro aficionado. En mi caso particular, pasé por el control de seguridad sin ningún problemas, pero de repente cinco policías se acercaron para cachearme. Me parece perfecto que registren, pero a todos y no a éste sí porque es de la peña tal y a éste otro no. Como esto ya se ha convertido en una caza de brujas, opté por abandonar el campo y algunos compañeros se solidarizaron conmigo».