Gregorio Manzano habla con Damià Amer, ayer, en la ciudad deportiva de Son Bibiloni. Foto: MONSERRAT

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Carlos Román

La salida del laberinto se encuentra en Son Moix. El Mallorca, enredado en sus propios números desde hace ya varios meses, no avanza en la tabla al mismo ritmo que el calendario y necesita cerrar cuanto antes las puertas del ONO Estadi para recuperar la ilusión que se oculta ahora bajo una montaña de empates. Es verdad que el equipo lleva seis jornadas sin perder y que es uno de los tres únicos que se mantienen invictos en la segunda vuelta del campeonato, pero también que sólo ha ganado un encuentro de los últimos once, o que desde el pasado mes de octubre únicamente ha impuesto sus credenciales en casa en una ocasión. El domingo, cuando el Betis se asome por el Camí dels Reis, ya no habrá sitio para más equivocaciones. Si el Mallorca quiere dar el salto, es imprescindible atajar la hemorragia de puntos que se está produciendo.

El equipo que dirige Gregorio Manzano se enfrenta ahora a uno de los tramos más importantes de su agenda. De una forma u otra, se enfrentará de aquí a finales de marzo a cinco rivales de su mismo perfil y a costa de ellos debería recopilar la cantidad de puntos necesarios para blindar la permanencia y mantener viva la opción de seguir peleando por algo más en el epílogo del torneo. El primero en pasar por caja será el Betis de Paco Chaparro, que como le ocurrió al Almería, se presentará en la capital balear con la autoestima por las nubes gracias a su sorprendente victoria sobre el Real Madrid (2-1) del pasado sábado. Los sevillanos, que han pasado por momentos muy duros a lo largo del curso, están acampados a sólo un punto de los bermellones y quieren aprovechar la euforia actual para hacerle un nudo a la salvación y olvidar las prisas. Eso convierte al duelo en imprescindible para las dos formaciones, pero sobre todo para los locales. Además, la última actuación ante el auditorio de Son Moix se saldó con una pitada para el equipo que podría reeditarse en el caso de que el grupo vuelva a atascarse en los mismos puntos en los que ha tropezado hasta el momento. Sin apartarse demasiado de ese cruce, conviene recordar que el Betis no vence en la Isla desde hace seis temporadas. Su último triunfo se se produjo en la jornada 36 de la campaña 2001-02, cuando los hombres que entonces dirigía Juande Ramos se impusieron por 1-3 a los bermellones. Desde entonces, las dos escuadras se han enfrentado en la capital isleña en otros cinco partidos de los cuales el Mallorca ha ganado tres, además de producirse dos empates, entre los cuales cabe destacar el 1-1 de hace tres campañas, con el que los mallorquinistas confirmaron su continuidad en la máxima categoría y los béticos su histórica clasificación para la Champions League a costa de su eterno rival, el Sevilla.