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La permanencia es la única consigna válida, al menos hasta que pase la tormenta. La plantilla del Mallorca no quiere pensar a largo plazo y apuesta por hacerle un nudo a la salvación cuanto antes. El color que ha cogido la tabla en las últimas semanas ha propiciado un panorama inquietante y las alarmas del ONO Estadi vuelven a estar encendidas. «Si miras la clasificación da un poco de miedo, porque el tercero por abajo tiene muchos puntos», reconocía ayer Fernando Navarro. El aviso ya está colgado en las paredes del vestuario.

El lateral catalán confirmó lo que habían advertido los últimos movimientos en torno al grupo de Manzano: nadie se fía de la situación actual. Después de reunirse durante casi media hora con el técnico sobre el césped de Son Bibiloni (él lo definió como «un cambio de impresiones positivo»), el zurdo se puso ante los micrófonos y recordó que hay que superar rápidamente la frontera de los cuarenta puntos antes de ponerse a pensar en otras cosas. «Nunca se sabe cómo va a desarrollarse la competición y supongo que con 42 puntos estaremos salvados», señalaba el defensa a modo de aviso.

Navarro, que no quiso dedicarle un solo minuto a su reciente internacionalidad, centró su discurso en señalar con un círculo rojo el enfrentamiento del próximo domingo ante el Getafe: «Hay que traerse los tres puntos porque son muy importantes y nos harían alejarnos definitivamente de la parte de abajo y nos permitirían jugar más relajados en esta recta final de temporada. El equipo mira a la salvación, que es la premisa principal del club. A partir de ahí, está todo muy complicado porque hacia arriba hay muy buenas plantillas. Debemos sellar la permanencia cuanto antes y estar tranquilos», recomendaba.