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F.Fernández Jorge Lorenzo vuelve a reinar en un circuito que se le da muy bien. Losail y Qatar son territorio del mallorquín, que después de barrer en los entrenamientos y en carrera en sus periplos en 125 y 250 centímetros cúbicos, la puesta de largo del balear en MotoGP ha servido para rubricar sus ambiciones. En el cómputo global, el 48 logró la mejor marca sobre el asfaltó qatarí (1:54.552), con apenas cuatro centésimas sobre el campeón del mundo de Superbikes, James Toseland (1:54.592), en una clara muestra del dominio de las Yamaha, ya que pese a que el tercero fue Randy de Puniet (LCR Honda), Colin Edwards se instaló en la cuarta plaza. Quinto, a casi un segundo del balear (1:55.485) finalizó el actual campeón del mundo de la categoría reina, el australiano Casey Stoner (Ducati Marlboro), quien precedió a Andrea Dovizioso y al resto de ilustres, que volvieron a rodar en la noche del desierto, muchos de ellos de manera más brillante que en la primera de las dos tandas celebradas a poco más de una semana para el arranque del Mundial, el 9 de marzo en ese mismo escenario y con la iluminación artificial como testigo directo.

Lorenzo batió en cerca de medio segundo la 'pole' de Rossi en 2007 (1:55.002) y llevó a cabo una simulación de carrera con un ritmo que se quedó a apenas dos décimas del firmado por Stoner en el último Gran Premio de Qatar.

Las caídas fueron la nota más polémica de la segunda jornada. Stoner, Nakano, Capirossi, Melandri o Guintoli se fueron por los suelos sin consecuencias, a excepción del francés, con heridas leves en el brazo derecho.

Ya en el ecuador de la segunda y última sesión libre previa al Gran Premio inaugural del curso 2008, Lorenzo mostró sus credenciales, aunque las Yamaha de Toseland y Edwards mandaban. Discretos, Rossi (10º, 1:56.256) o Pedrosa (13º, 1:56.704) estuvieron a la espera.