Al margen de que su nombre figure en algunas de las agendas más cotizadas del país; de que los 'grandes' hayan preguntado por él; de ser el mallorquín con más futuro del fútbol español, Miquel Angel Moyà se ha convertido en el talismán del Mallorca. Así lo demuestran los números. Y es que el grupo balear no ha perdido un partido con el meta de Binissalem bajo los palos desde hace... más de 5 meses. En concreto, desde el pasado 30 de septiembre, en el partido correspondiente a la sexta jornada del Campeonato Nacional de Liga, cuando cayó 3-0 en el estadio Manuel Ruiz de Lopera.
Desde entonces, el guardameta isleño ha defendido la portería bermellona en trece partidos oficiales (11 de Liga y 2 de Copa) con un saldo notable: cinco victorias, ocho empates y ninguna derrota.
Desde aquel duelo frente al conjunto verdiblanco, una expulsión en Riazor y su lesión le apartaron de la titularidad y le entregaron los mandos a Germán Lux. Con el meta argentino bajo palos, el Mallorca disputó un total de 13 encuentros con un bagaje desolador: tres victorias, tres empates y ¡siete derrotas!...
La buena estrella de Miquel Angel Moyà, que sólo ha perdido dos partidos en toda la temporada -ante el Villarreal en el ONO Estadi y frente al Betis en Sevilla- comenzó hace una vuelta completa. Fue ante el Getafe (4-2) en el encuentro celebrado el pasado 7 de octubre. Después llegó la segunda victoria seguida del curso -una marca que no se ha vuelto a repetir- al ganar en Huelva (0-2) frente al Recreativo, el rival que visitará la Isla el próximo domingo.
Tras el empate contra el Espanyol en casa, llegó su expulsión en Riazor. Esa decisión del colegiado propició el estreno de Germán Lux (1-1). Unos días más tarde, en las vísperas de acudir al Santiago Bernabéu para el partido de Liga, Moyà sufrió una lesión que le apartó prácticamente dos meses de los terrenos de juego.
Su reaparición se produjo, curiosamente, ante el Real Madrid como rival, aunque en este caso en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey. Fue el 10 de enero y Moyà firmó una gran actuación. Tres días más tarde, en el partido de Liga ante el Zaragoza, Lux ocupó la portería, sin mucha fortuna por cierto, y el binissalemer regresó en el choque de vuelta frente al conjunto madridista en Chamartín. Ese choque del 16 de enero supuso un punto de inflexión en su trayectoria. Moyà firmó paradas increíbles que le permitieron al Mallorca salvar la eliminatoria y acceder a cuartos de final.
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