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Fernando Fernández A estas alturas, y con una hoja de servicios intachable, poco se le puede reprochar a Jorge Lorenzo Guerrero (Palma, 1987). Doble campeón mundial de 250 centímetros cúbicos, poseedor de una interminable lista de récords personales en el Mundial de motociclismo y ya apuesta de futuro de una factoría con tanto peso y tradición como Yamaha, las puertas de MotoGP se le abren de par en par. Compañero de equipo, que no de box ni gomas, del más grande (Valentino Rossi), volverá a coincidir sobre el asfalto con viejos conocidos y oponentes, como Dani Pedrosa o Casey Stoner. Y con los que le han marcado de cerca en su exitoso periplo en el cuarto de litro (De Angelis y Dovizioso). Su progresión a los mandos de la M1 ha sido espectacular. La lluvia es su asignatura pendiente, pero en la noche qatarí ha demostrado que la puesta de largo promete. 'Giorgio' ha ido madurando a la velocidad que marca su 800 y ya firma tiempos de 'pole' en su circuito fetiche, Losail. Por delante, dieciocho carreras y muchos años para seguir haciendo historia, aunque a Lorenzo le gusta adelantarse a todo y puede que en 2008 ya empiece a dar guerra.

"¿Esperaba rodar en tiempos de 'pole' una semana antes del Mundial y, de paso, dejar atrás a todos los que van a ser sus rivales?
"Hemos dado un gran paso, pero todavía no ha empezado lo oficial, esto tiene que empezar realmente, en carrera todo puede cambiar. Los últimos entrenamientos son para estar contentos, y en el simulacro de carrera, las sensaciones no pueden ser mejores, pero nos queda mucho por perfilar. Por ejemplo, en la parte posterior de la moto hay aspectos por pulir que nos ayudarían a ser más rápidos. Pero no me puedo quejar para las alturas de temporada en las que nos encontramos.

"¿Hay nervios en los días previos a su bautismo oficial en la cilindrada reina o lo lleva bien?
"No, o al menos, no los siento. Llevo bastantes años en el Mundial, sabiendo manejar la presión de ser el piloto a vigilar, y ya hemos rodado bastante con la Yamaha. Es verdad que será un momento muy especial, irrepetible. Además, con el condicionante de ser la primera carrera de la historia que se hará de noche y con luz artificial. Pero no hay que disparar las expectativas. A pesar de que las señales son positivas, debemos mantenernos con los pies en el suelo porque nunca he competido con los otros pilotos y mi primera carrera será toda una experiencia nueva para mí. El domingo, las cosas serán distintas y, lo que debo hacer es mantener el ritmo y no bajar el grado de intensidad y concentración. Llegados aquí, no hay que poner límites y hacer lo máximo dentro de nuestras posibilidades.

"Qatar se le da bien, pero de noche, ¿en qué cambia la cosa?
"La iluminación es perfecta, será todo un espectáculo. Espero que la gente disfrute porque vale la pena, pero como hay elecciones generales, a lo mejor la audiencia en televisión no será tan fuerte como en otro momento. Personalmente, reconozco que Losail es uno de los trazados que mejor se me da, y rodando por la noche la moto y yo hemos respondido bien. Lo que me queda es que ahora la gente ya entiende que estoy preparado, y eso es importante para mí, y a la vez, refuerza mi confianza. No tengo kilómetros en carrera en MotoGP, así que es difícil hacer un pronóstico, pero si con poca experiencia en los tests de invierno he ido muy bien, a medida que avance la temporada, todo debe rodar mucho mejor.

"¿Qué margen de mejora contempla hasta el final de la temporada?
"Con el tiempo me he ido sintiendo más a gusto y los tiempos han mejorado ostensiblemente. Seguro que al final haremos un gran trabajo porque es la dinámica en la que estamos moviéndonos. Tal vez esperaba ser más rápido al principio, pero hemos llegado a bajar tiempos. No está nada mal. A partir de ahí, todo es posible, pero en carrera influirán innumerables factores. Lo importante será conseguir lo que uno se marca. En uno o dos años se pueden lograr cotas importantes, pero tarde o temprano estaré allí, con los demás. Ya he dicho que en 2008 toca aprender, y si se presenta la oportunidad, pelear por un podio o una victoria, pero vamos a ser muy prudentes.

"¿Se siente algo especial al montarse sobre una moto con tanta historia a sus espaldas?
"Mi primera impresión cuando rodé con la M1 era de orgullo y un gran honor a la vez. Con veinte años, ser parte de ese equipo es algo muy grande. Entonces, pensé que era el principio de una etapa. Emocionalmente, fue algo muy fuerte, pero a la vez, especial por pilotar una moto tan potente. Es el sueño de cualquiera que esté en este mundo. Poca gente puede experimentar estas sensaciones y me siento un afortunado. Ahora, hay que devolver con resultados y un buen trabajo la confianza que ellos han depositado en mí.

"¿Ha sido tan dura la adaptación como algunos la han planteado anteriomente?
"Evidentemente, estamos ante una máquina muy diferente a la de 250 centímetros cúbicos. Lo que más complicado parecía es la frenada, en especial la fuerte. Todo es mejorable con el tiempo y ese aspecto es uno de los que más habrá que perfeccionar. En cuanto a la entrega de potencia y al gestión del gas, no ha costado amoldarse, pero creo que es en las frenadas donde se pueden marcar diferencias, y ahí tengo trabajo que hacer. Todavía tengo que ajustar algunos aspectos de mi estilo de pilotaje y perfeccionarlo, pero el acoplamiento está siendo perfecto y la sincronía con mis compañeros en el día a día está ayudando bastante.

"Su equipo ha sido una parte importante de sus éxitos. ¿Qué vibraciones nota en su box?
"Una cosa que me ha llamado la atención poderosamente es el ambiente familiar, dentro y fuera del box. No lo esperaba al principio. Son muy amables, pero a la vez profesionales al máximo en su trabajo. Creo, sin miedo a equivocarme, que estoy en el mejor equipo del mundo. Las sensaciones, en el capítulo personal, son muy positivas. Los ingenieros se esmeran al máximo con la moto, los mecánicos, en especial Juanito (Juan Llansá, su hombre de confianza desde que llegó al Mundial), se preocupan por todo y son perfeccionistas. Hasta la comida es perfecta. Vengo de un equipo muy grande, al que tengo un cariño especial, pero en MotoGP todo se magnifica.

"Si está aquí es también por la labor de Dani Amatriaín...
"Qué voy a decir de él tras tanto tiempo. Sé que ha perseguido lo mejor para mí desde el primer día, y a la hora de llegar a MotoGP, no iba a ser menos. Estará muy pendiente de mí y yo también quiero hacerlo bien para no defraudarle, porque sé que ha dedicado mucho tiempo para poder conseguir un equipo y una moto oficiales con las que competir con los pilotos de cabeza. Estos años trabajando codo con codo han sido muy especiales.

"¿Es cierto que su mejor recuerdo reside en el día en que firmó su contrato con Yamaha?
"Sí, es algo muy especial, que te llega al fondo. A pesar de que hay otros momentos que merecen ocupar ese lugar, como el día que logré mi primer título, en Cheste, o el segundo en Malasia. Esos son los que tendré hasta el final de mi carrera y para toda mi vida, junto a los más personales, los que atañen a mi vida particular y que me guardo para mí. Pero entrar a formar parte de un equipo y una marca como Yamaha tiene muchos condicionantes.

"¿Qué se siente trabajando en dos boxes separados, con dos equipos diferentes dentro de uno mismo?
"Nada diferente, la labor es la misma, no cambia para nada respecto a lo que se pueda ver en otros equipos o lo que yo haya vivido. Es verdad que hay una separación espacial, pero cada uno intenta hacer lo máximo y con Daniele Romagnoli intentamos exprimir a tope nuestros recursos. Lo importante es el grupo y que todo funcione y, por el momento, lo estamos consiguiendo. El equipo de Rossi hace su trabajo y nosotros el nuestro, pero bajo una misma estructura global, nada más. Es una cuestión de los fabricantes de neumáticos para evitar espionaje y la asumimos plenamente, no nos afecta en nuestro rendimiento.

"Se habla mucho de su relación con Valentino Rossi, pero por lo que se vé, parece que todo va bien...
"Aunque trabajamos en boxes separados, nos llevamos bien. Nuestra relación es correcta, conmigo se porta bien y le admiro por todo lo que ha conseguido. Creo que es el deportista más completo del mundo. Es un honor estar a su lado el el Fiat Yamaha. Como piloto, lo tiene todo; es el mejor frenando, en las rectas, en el ritmo de carrera, en las curvas, abre gas antes que nadie. Técnicamente, perfecto. Su nivel es difícil, muy difícil de alcanzar, pero vamos a trabajar para acercarnos.

"Tras tantos meses de polémica y comentarios, ¿cómo funcionan sus neumáticos Michelín?
"Para empezar, en mi caso, hay que aclarar que se nota la diferencia de potencia entre la Aprilia de 250 y la Yamaha de MotoGP. Es normal esperar más adherencia, pero confío plenamente en ellos y los resultados son la mejor carta de presentación. Lo positivo que he encontrado en estas gomas es que te ayudan en el pilotaje, porque no ofrecen reacciones inesperadas y, por ello, puedes tomar más riesgos. Estoy convencido de que Michelín volverá a ser el número uno, porque se están esforzando mucho y ese trabajo debe tener recompensa. Por el momento, estamos muy satisfechos con la moto, las gomas de calificación y las de carrera.

"Jorge Lorenzo cambia de cilindrada, pero fuera de los circuitos, ¿han variado muchas cosas en su vida cotidiana?
"Creo que sigo siendo el de siempre. Cuando no compito, me gusta pasar el tiempo con los videojuegos, oír música, navegar por Internet o estar con mis amigos, eso si no tengo compromisos profesionales, en los que me gusta tener contacto directo con los aficionados y los patrocinadores. El fútbol es otra de mis pasiones, pero últimamente no puedo ir a ver en directo al Barça, aunque también me he hecho simpatizante del Inter de Milán. El tenis es otra de mis aficiones, pero como instrumento para mantenerme en forma. Por lo demás, el trabajo en el gimnasio es similar. Entreno cuatro horas diarias, con una rutina estricta. Mi programa consiste en trabajo cardiovascular, estiramientos, abdominales y pesas. Para ello, tengo a mi entrenador personal... Nada lejos de lo que hacía hasta ahora.