07/03/08 0:00
TW
0
Fernando Fernández Jubilados Checa, Roberts (podría volver incluso) o Barros, Jorge Lorenzo se erige en abanderado del relevo generacional que marca el inicio de la temporada 2008 en MotoGP. Con Capirossi y Edwards (34 años) como 'abuelos' de la cilindrada, la media de edad del selecto club de las 800 se reduce respecto a la pasada campaña. Si en 2007 era de 29 años, el Mundial que arranca el domingo en Losail (Qatar) la reduce a 25'8 años. Todo ello, gracias a la aparición en escena de los rookies. Pero de forma especial de un Jorge Lorenzo que es el benjamín, con apenas 20 años. Sólo su 'inseparable' Andrea Dovizioso (21) o los viejos amigos y ya consagrados -campeón y subcampeón- Casey Stoner y Dani Pedrosa (22) pueden acercarse al mallorquín, que ostentará ese honor. De Angelis (23), Elías y Hopkins (24) también aportan su granito de arena, mientras que Nakano (30), Rossi y De Puniet sobrepasan el listón medio (29).

Si ya Stoner y Pedrosa se han ganado a pulso y a ritmo de victorias y podios el respeto de la parrilla, los recién aterrizados del cuarto de litro (Lorenzo, Dovizioso y De Angelis) aportan la dosis necesaria de aire fresco, de la misma manera que el campeón mundial de Superkibes, el británico James Toseland, el otro rostro nuevo dentro del movimiento de fichas que en invierno ha dejado en el seno de las escuderías.

Los intercambios de fichas más sonados han llegado de la mano de Marco Melandri (de Honda Gresini a Ducati), Loris Capirossi (de Ducati a Suzuki, John Hopkins (de Suzuki a Kawasaki) o la revolución que ha llevado a cabo Luis d'Antín, incorporando a Toni Elías (llegado del Honda Gresini) y Sylvain Guintoli (Yamaha Tech 3), por no hablar de la llegada al equipo Honda Gresini del japonés Shinya Nakano (Konica Minolta). Otra marcha comentada es la de Colin Edwards al segundo equipo de Yamaha, dejando libre el terreno a Jorge Lorenzo, el debutante que mejor ubicación ha encontrado en el paddock.

Corren nuevos tiempos en el Mundial de motociclismo, y Jorge Lorenzo es uno de los estandartes de un grupo que ya despuntó en las cilindradas inferiores y ahora quiere reinar entre los elegidos.