Partido correspondiente a la vigésima séptima jornada del campeonato de Liga disputado en el Ono Estadi ante unos 13.500 espectadores, un centenar de ellos, aficionados del Recreativo de Huelva. Antes del partido, y a petición del club onubense, se guardó un minuto de silencio por la niña Mari Luz Cortés, hallada muerta el pasado viernes.
PALMA. EFE.
El Mallorca destrozó al Recreativo de Huelva (7-1) en la goleada más abultada de su historia en Primera, y en la cual el venezolano Juan Arango con tres goles, el internacional español Daniel Güiza, con dos, y el argentino Ariel «Caño» Ibagaza, fueron determinantes.
El equipo balear rompió la racha de siete empates seguidos y sumó tres puntos que le alejan de la zona peligrosa ante un 'Recre' irreconocible, flojísimo en defensa y absolutamente entregado desde el minuto uno.
Güiza fue el verdugo de los onubenses, ya que participó en cinco de los siete goles de su equipo. Asistió a Arango en dos ocasiones y a Borja Valero y él mismo marcó dos en el espectacular 7-1 que señalaba el marcador en el minuto 50 del partido.
El Recreativo de Huelva se presentó en el Ono Estadi, prácticamente, sin defensas. El Mallorca llegó en siete ocasiones hasta la meta de Sorrentino, y marcó cinco goles en la primera parte, prueba evidente de las enormes facilidades de un equipo que claudicó a la primera de cambios.
En la primera media hora del partido, el Mallorca ya ganaba 3-0. El cuarto gol fue una obra maestra del 'Caño' Ibagaza, que regateó hasta su sombra para dar el gol en bandeja a su compañero Borja Valero.
Con una retaguardia de mantequilla, un centro del campo inexistente, el conjunto andaluz mostró unas limitaciones propias de un equipo que se dirige al pozo de forma irremisible.
El Mallorca explotó las debilidades de su rival con la mágica aparición de Ibagaza y Güiza, bien secundados por Arango, que marcó por segunda vez en la Liga tres goles, (la primera fue ante la Real Sociedad en la temporada 2005-2006) y el ex jugador del filial del Madrid, Borja Valero, que marcó sus dos primeros goles en Primera.
El equipo de Gregorio Manzano disfrutó de un partido tan plácido, que hasta llegó a recrearse en algunas ocasiones.
El conjunto balear acumulaba siete empates seguidos en el Ono Estadi y sólo había ganado uno, al Atlético de Madrid (1-0) el pasado 27 de enero. Un marcador tan amplio y definitivo no lo saboreaba desde hace años.
La fiesta 'rojilla' fue total, con Güiza, Ibagaza y Arango en plan estelar. El 7-1 (minuto 50) ya superaba al 6-1 de la temporada 98-99 en el Luis Sitjar ante el Athlétic de Bilbao.
El público hizo la ola y disfrutó de una goleada con un marcador de tiempo remotos. El equipo, por fin, se reconciliaba con su afición a costa de un Recreativo que hincó la rodilla desde el minuto uno. Y ya no la levantó.
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