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El Gran Premio de Qatar, que ayer tuvo el privilegio de convertirse en el primero en la historia que se disputó de noche bajo la potente iluminación de millones de watios de luz, dejó claro que nadie puede dudar ya del título mundial de MotoGP que posee el australiano Casey Stoner (Ducati Desmosedici GP8).

No le fue excesivamente bien en los entrenamientos, pero aun así el australiano no perdió en ningún momento la compostura y se mostró muy tranquilo. Tenía motivos para ello, ya que luego en carrera demostró tener un ritmo inaguantable para sus rivales, salvo una excepción, el debutante Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1).

El piloto de Mallorca protagonizó un fin de semana para quitarse el sombrero: autor de la «pole position» y segundo en el podio a las primeras de cambio fueron sus principales números, pero hubo otros datos menos perceptibles pero no menos importantes.

La segunda plaza en el podio de Jorge Lorenzo y su comportamiento en pista ante sus rivales pusieron en evidencia lo que a corto/medio plazo puede representar una auténtica lacra para el siete veces campeón mundial Valentino Rossi. Los neumáticos fueron para el campeón italiano un verdadero problema en 2007 y después de no pocas presiones logró cambiar de Michelin a Bridgestone, lo que parecía que iba a arreglar todos los problemas, pero, evidentemente, no fue así.

Rossi no aguantó los ataques de ninguno de sus rivales, ni siquiera del otro debutante de la categoría como su compatriota Andrea Dovizioso (Honda RC 212 V), que le superó en la última vuelta, pero el caso es que Lorenzo, en teoría con la misma moto que él y con los neumáticos Michelin, fue capaz de plantar cara al campeón del mundo.

La situación todavía permite variaciones, pues el mundial no ha hecho más que empezar, pero de continuar por los mismos derroteros que lo visto en Losail, las condiciones podrían propiciar el declive casi definitivo de uno de los mejores pilotos de motociclismo de toda la historia. En el resto de cilindradas ha quedado claro que el protagonismo español continúa vigente.

No hay ninguna duda de que en los 250 c.c. tanto Héctor Barberá como Àlvaro Bautista o Alex Debón, todos ellos pilotos oficiales de Aprilia, deben ser candidatos a la victoria en cada gran premio, aunque en Qatar les arrebatase ese privilegio otro correoso piloto llamado a protagonizar grandes logros, el italiano Mattia Pasini.

La igualdad en esta cilindrada será nota de «marca» en cada carrera, casi lo mismo que sucederá en los 125 c.c., en donde el piloto del Bancaja Aprilia de Jorge Martínez «Aspar», el valenciano Sergio Gadea, realizó una auténtica exhibición de pundonor y superación al vencer sus dolores de clavícula tras la luxación sufrida la pasada semana y a todos sus rivales.