Webó volverá a subirse este fin de semana al escenario de Son Moix. El delantero camerunés, que ha pasado medio año en la enfermería por culpa de las lesiones, ha abrochado ya una de las etapas más oscuras de su carrera y se reincorpora a la plantilla del Mallorca en el momento justo. Ayer recibió el alta médica después de superar las pruebas que realizó el martes en la Clínica Asepeyo de Barcelona con el doctor Cugat y está listo para poner otra vez su pólvora al servicio de Manzano. «Espero ser decisivo», anuncia en voz alta.
La vuelta del africano es la mejor noticia que ha recibido el técnico a lo largo de la semana, ya que sorprende al equipo en medio de un chaparrón de bajas. Las lesiones y sanciones que han arrasado últimamente el vestuario habían dejado al de Bailén con los efectivos mínimos y la reaparición del ex osasunista aliviará de forma importante la situación. De momento, Webó ya le ha tendido la mano: «Tengo ganas de jugar al fútbol, llevo tres meses esperando este día y tengo muy buenas sensaciones. Estoy contento. Siempre es importante volver y ahora, más que nunca. El equipo necesita gente por las bajas que acumula y todo el que esté disponible será bienvenido», recordaba el goleador después de trabajar con total normalidad en el entrenamiento del equipo.
El camerunés reconoce que lo ha pasado muy mal en todo este tiempo. Se rompió el quinto metatarsiano del pie derecho tras la primera jornada del campeonato, pasó tres meses en el dique seco y cuando volvió al campo sólo tuvo cinco partidos para justificar su fichaje. Recayó el pasado 16 de diciembre durante el encuentro de Liga ante el Athletic y desde entonces se ha hartado de ver al equipo desde la grada. Afortunadamente, su nombre volverá a aparecer en la convocatoria del fin de semana: «Desde fuera se sufre bastante. Me ha tocado vivir esta parte, pero lo mejor es que ya han pasado los malos momentos y que estoy para ayudar y para empezar a preparar el año que viene con mucha tranquilidad y confianza. ¿Miedo a una recaída? No tengo. Puedes tenerlo mientras estás tumbado en la camilla o en pleno proceso de recuperación, pero una vez que saltas al campo se olvida todo. Las lesiones son parte del fútbol», argumenta. Además, afirma que todo este calvario le ha reforzado y que le ha dejado algunas imágenes muy positivas: «Siempre hay que ser positivo y yo lo soy. Ha sacado fuerzas de mis compañeros, de mi familia y de toda la gente que me rodea. Es duro y además, entre las dos lesiones me he perdido también la Copa Àfrica, que era muy importante para mí».
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