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M.A. Las aficiones del Palma y el Bàsquet Inca dejaron meridianamente claro en el derbi disputado entre ambos equipos de la Liga LEB Oro el pasado miércoles que no apoyan un proyecto único ya sea en esta categoría o en otra y que cada uno quiere seguir vinculado a sus colores y a sus respectivas ciudades.

Si había alguna duda de lo que opinaban las hinchadas a todos les quedó muy claro que la afición de Inca quiere que su equipo siga en la ciudad de Es Raiguer y la del Palma continuar con su equipo en Ciutat.

El presidente del Bàsquet Inca, Joan Llompart, declaró al respecto que «lo manifestado por las aficiones nos tiene que hacer reflexionar, nos da que pensar y puede ser un revés para el futuro proyecto», comentó. Llompart promoverá entre su hinchada una consulta popular. «A través de encuestas -dijo el presidente- o de una asamblea es importante contar con su opinión porque un proyecto conjunto o una fusión tiene que contar también con la fusión de las aficiones y si las hinchadas no son compatibles, en tonces será difícil seguir adelante con la idea planteada», comentó el máximo responsable del Bàsquet Inca. Por su parte, Guillem Alomar, presidente del Palma, tiene una opinión muy contundente. «En mi opinión es definitivo que la fusión no tiene ningún sentido. Desde el punto de vista social es inviable el proyecto», dijo el máximo responsable del Palma.

«Cada uno -dijo refiriéndose a los dos clubes- deberá buscar soluciones al problema económico. Nosotros tenemos alternativas y pienso que el Bàsquet Inca con su apoyo social también tiene que poder seguir adelante. El miércoles las aficiones hablaron en la grada y el mensaje que capté fue que nadie está por la labor de llevar a cabo este proyecto de fusión», comentó Alomar. A partir de estos momentos se ralentiza la idea que desde el Govern se barajó para diseñar un proyecto consistente y solucionar los problemas económicos que se avecinan en un inmediato futuro.