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Efe |MIAMI
Rafael Nadal selló ayer su pase a la final del Masters Series de Miami tras imponerse al checo Tomas Berdych por 7-6 y 6-3 en un duelo que el de Manacor controló de principio a fin, dominando en el saque y con mucha confianza. El tenista mallorquín permitió que su rival forzara el tie-break en la primera manga después de disponer de hasta seis bolas de partido, pero una doble falta del checo puso en bandeja el set y encarriló el duelo para el balear.

Nadal afrontará de esta manera su segunda final del año ante el vencedor del enfrentameinto entre Roddick y Davydenko, que al cierre de esta edición todavía debían disputar su partido, depués de superar a un duro rival al que nunca había ganado en superficie dura. El tenista zurdo ya disputó el título en 2005 ante el suizo Roger Federer aunque en aquella ocasión cayó en cinco sets.

Una victoria que, además, deshace el empate que mantenían ambos tenistas en sus enfrentamientos particulares, ya que hasta la fecha se habían disputado seis precedentes en los que se repartieron las victorias (tres y tres). Triunfo que sabe mejor aún si cabe al manacorí dado el duelo particular que mantienen Nadal y Berdych, dos tenistas que no son precisamente amigos fuera de la pista desde que al checho se le ocurriera despertar el enfado de Nadal en el Masters Series de Madrid de 2005 con unos gestos que no gustaron nada al número dos del mundo.

Con esta victoria, el mallorquín volvió a dar muestras de su gran momento de forma al derrotar en dos sets al checo en una hora y 41 minutos, y se clasificó para la final del torneo Masters Series de Cayo Vizcaíno, en la que se enfrentará, el próximo domingo, al vencedor de la otra semifinal, que debían disputar ayer el norteamericano Andy Roddick y el ruso Nikolay Davydenko.

Como no podía ser de otra manera, Nadal y Berdych mantuvieron un choque a la altura de lo esperado, igualado, intenso y repleto de golpes ganadores.
Ambos jugadores mantuvieron el servicio en los primeros siete juegos, hasta que el balear rompió el saque al checo por primera vez para situarse con 5-3 en el marcador.

Berdych, el único jugador que quedaba hasta ayer en el torneo sin ceder un sólo set, no se dio por vencido y devolvió la moneda al mallorquín, haciéndose con los dos siguientes juegos.

De saque directo, el de Manacor se hizo con el 6-5. Y Berdych envió la primera manga a la muerte súbita, que acabó decantándose del lado del español tras una sorprendente doble falta del checo.

El número diez del mundo acusó el revés y volvió a ceder su saque en el comienzo de la segunda manga.
Nadal puso dos juegos de separación al afianzar su servicio, una diferencia que mantuvo cada vez que era poseedor del saque y que aumentó al volver a deshacer el saque de Berdych. Con 5-2 y saque para el número dos del mundo, Nadal fulminó el encuentro.

«No sabía que era la primera vez que le ganaba en pista dura», admitió el español a la televisión estadounidense en alusión a su victoria de ayer.
«Ha sido un partido duro», explicó Nadal. «Berdych jugó muy bien y muy duro en el primer set, pero me mantuve concentrado y logré buenos servicios».
Para el tenista mallorquín, la muerte súbita del primer set fue la clave. «A pesar de algunos errores, me recuperé al final y lo logré», dijo tras el partido.

«Para todos está siendo duro jugar aquí con tanta humedad, es terrible, pero soy de Mallorca y es algo a lo que estoy acostumbrado», explicó Nadal, a quien le da igual su rival en la final del domingo.

«Roddick y Davydenko están jugando muy bien pero sólo estoy centrado en mi juego», concluyó.