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Lionel Scaloni no volverá a vestir la camiseta del Mallorca en lo que resta de curso, pero estará en el grupo que acuda a Kössen (Austria) a mediados de julio para iniciar, con total normalidad, el trabajo de pretemporada. El argentino, que fue operado a finales de la semana pasada en Turku (Finlandia) de la lesión que arrastraba desde principios de marzo, se encuentra en la fase inicial de su recuperación y en un plazo máximo de tres meses volverá a tener contacto con el balón, según anunció ayer Tomeu Munar, jefe de los servicios médicos del club bermellón. Descartados ya los problemas crónicos, el lateral reaparecerá cuando nazca oficialmente el nuevo proyecto.

Munar subió ayer a la tribuna de oradores para explicar el proceso de rehabilitación que seguirá el futbolista y de paso, aclarar los puntos más confusos de una situación que acabó con el paso por el quirófano del futbolista. «La lesión se produjo durante el calentamiento del partido ante el Getafe. Notó una molestia en los isquiotibiales, pero decidimos que saliera al campo y en los días posteriores siguió entrenando. Como el dolor no desaparecía, después del partido ante el Deportivo (22 de marzo) decidimos parar e iniciar un tratamiento fisioterapéutico que fue valorado por los doctores Aguilera y Ardèvol, de la clínica Asepeyo. En principio, optamos por infiltrarlo y como la evolución no era la más óptima, recurrimos al doctor Orava de Finlandia», relataba el galeno mallorquín, quien a su vez, desveló que el problema venía de muy atrás: «Se trata de un músculo que se había roto hace tres años y que no progresaba porque se trata de una zona cicatrizada. Lo conocíamos y él ya había jugado un Mundial, pasó un año sin problemas en Santander y después estuvo en la Lazio participando en la Champions. Es una lesión aguda, pero no crónica. No había motivos para que no le ficháramos», añadía.

Munar reveló que el asunto se había solucionado «insertando el el músculo semimembranoso un centímetro más abajo» y explicó que a partir de ahora Scaloni está expuesto a los mismos niveles de riesgo que el resto de sus compañeros. «Ahora camina con muletas, ha empezado a hacer fisioterapia y la semana que viene se le retirarán los puntos. En dos meses y medio o tres empezará a entrenar con el balón y si no pasa nada, irá al stage del verano», concluía.