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Tolo Jaume

El deporte femenino de las Islas no sólo presume de buenos resultados sino que también puede hacerlo del desparpajo y del «gancho» que tienen sus representantes. La última en mostrar sus virtudes lejos de la competición ha sido Nuria Llagostera, que ha seguido los pasos de Marga Fullana, Brigit Yagüe y Cati Pol al posar para la revista Interviú.

Nuria Llagostera, que se ha despedido del torneo de Berlín tras caer en la final de dobles, resalta el «estilo» de las fotos que aparecen en el reportaje y reivindica su condición de «currante» del tenis. Y es que ni los premios ni los contratos que encuentra la mallorquina en el circuito femenino se acercan a las cifras con las que se familiarizan los aficionados cuando escuchan o leen los emolumentos que pueden percibir los futbolistas o simplemente sus compañeros de la ATP. «Hago las fotos para ver si alguna empresa se fija en mí y me sale algún contrato», explica la tenista mallorquina en una entrevista en la que analiza que sus ingresos se limitan a los premios que logra en los torneos, puesto que no tiene contratos de publicidad y gana lo justo «para pagar la hipoteca de mi pisito en Sabadell».

La mayoría de las apariciones de las deportistas mallorquinas tiene una carga reivindicativa. «Siendo mujer lo tienes que hacer muy bien para ganarte la vida», dice Llagostera, que no ve contraproducente aprovechar la belleza o sensualidad para promocionar el deporte de la raqueta.

En la misma línea se pronunciaron las jugadoras de voley playa la mallorquina Cati Pol, Alejandra Simón y Esther Ribera, que manifestaron su deseo de darse a conocer en el inicio de sus entrenamientos con la vista puesta en los Juegos de Pekín. Precisamente en la víspera de su participación en Atenas también posaron Marga Fullana y Brigit Yagüe en un especial que reunió a la élite nacional.