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Tolo Jaume|PARIS
La reconquista de París arranca hoy para Rafael Nadal. El brasileño procedente de la previa Thomaz Bellucci será el encargado de calibrar el debut del tricampeón de Roland Garros en el tercer turno de la Philippe Chatrier (Teledeporte, 15:00 aprox.) en la segunda jornada de competición en la que el gran favorito al título acapara todas las miradas.

El número dos del mundo ha dejado atrás las molestias físicas que lastraron su preparación previa y ha acelerado su puesta a punto sobre la arcilla parisina sobre la que no ha perdido en los 21 encuentros que ha disputado en las instalaciones del Bosque de Bolonia.

El estreno de Nadal será una buena piedra de toque ante un jugador que llega con confianza y muchos minutos de juego después de haber superado las rondas de clasificación. La experiencia vivida ayer por Carlos Moyà invita a no confianzarse en el encuentro que supondrá el regreso a la central del balear, que ayer se ejercito junto al tenista de Cala Millor Tomeu Salvà.

No hay enfrentamientos previos entre Nadal y Bellucci y el manacorí no debería tener problemas para superar a un adversario que ya analiza como un premio medirse al mallorquín en el escenario anhelado por todos los jugadores y en el encuentro más esperado del día.

La carrera para dar caza al récord de cuatro Roland Garros consecutivos de Bjorn Borg irá aumentando de dificultad paulatinamente después de que el sorteo le haya deparado un camino hacia la final plagado de trampas. Y es que después del teórico envite asequible de hoy ante Bellucci se abre un horizonte en el que deberían aparecer Feliciano López, Verdasco, Nalbandian o Djokovic ya en las semifinales para ponerle cuesta arriba otro hito.

Precisamente el aspecto físico será determinante en el encuentro ante el jugador brasileño, que intentará prolongar la fiesta celebrada por los suyos en la Philippe Chatrier en la despedida de Gustavo Kuerten. Bellucci llega rodado, pero la fortaleza de Nadal se presume un muro insalvable para un brasileño que se da por satisfecho después de haber logrado en París la clasificación para los Juegos Olímpicos.

En un encuentro a cinco sets el mallorquín no ha encontrado apenas rivales y todavía menos sobre la arcilla, ya que en los últimos cuatro años, coincidiendo con su irrupción en la élite, el zurdo de Manacor sólo ha perdido cuatro encuentros en 126 partidos disputados sobre tierra batida. Este año sólo Ferrero ha impedido que el número dos del mundo reeditara su hegemonía en la temporada europea de tierra batida.

El paulista, 75 del mundo, se las verá nada menos que con Rafael Nadal. «Por un lado, estoy un poco triste, pero por otro, me alegra poder jugar contra un jugador de su nivel. Rafa es el mejor del mundo en tierra batida y desafiarlo en la central de Roland para mi debut en un Grand Slam me pone bastante nervioso. Pero va a ser una experiencia positiva», contó Bellucci. El brasileño, vencedor este año de los Challenger de Túnez, Santiago, Florianópolis y Rabat, no deja de progresar. «No tiene nada que perder y hasta puede lograr algo interesante», anuncia su entrenador.