Mateu Cañellas acumula meses escondido entre montones de facturas. Tapado por las deudas y los impagos, el conseller ha ido forjando un discurso agrio con sus antecesores, a los que acusa de haber heredado un caos absoluto y de haber desarrollado una gestión inasumible para las arcas del Govern. El antiguo atleta se ha instalado en la precaridad. Eliminó de un plumazo la «Batalla de las Superficies» y apenas contempla patrocinar alguno de los acontecimientos que fueron santo y seña del anterior ejecutivo. «Se ha acabado el pan y circo. No podemos pagarlo», suele repetir en sus círculos más íntimos. Pero durante el tiempo que ha durado su aterrizaje, Mateu Cañellas ha tenido tiempo para tejer un plan revolucionario, un proyecto que marcará de forma decisiva el futuro más inmediato de los clubes de élite de la Comunitat.
Política deportiva/Subvenciones
REVOLUCIÓN CAÑELLAS
La conselleria d´Esports aplica el bisturí en los criterios establecidos para la concesión de subvenciones a los clubes de élite y diseña un plan que premia la «balearización»
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