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Enrique Pérez |ZARAGOZA
El polaco Robert Kubica (BMW Sauber) logró su primera victoria en el Mundial de Fórmula Uno, del que además es el nuevo líder, al ganar el Gran Premio de Canadá, en el que Fernando Alonso (Renault) tuvo que abandonar cuando luchaba por la segunda plaza. Kubica, que hasta ahora tenía dos segundos puestos (Malasia y Mónaco este año) como mejores resultados, estrenó su palmarés de victorias tras acabar en Montreal por delante de su compañero de equipo, el alemán Nick Heidfeld con lo que han logrado también la primera victoria para BMW-Sauber en Fórmula Uno con un doblete, y el británico David Coulthard (Red Bull), que no visitaba un podio desde el Gran Premio de Mónaco de 2006. El polaco se resarció con creces del tremendo susto que vivió hace un año en este mismo gran premio, cuando sufrió un espeluznante accidente del que milagrosamente salió ileso. Un año más tarde, subió a lo más alto del podio en un lugar que pasó a ser algo más que el de su segundo nacimiento.

Alonso se retiró en la vuelta 44 de 70 cuando acosaba a Heidfeld en pos de un segundo lugar, que quizás al final no se hubiese mantenido dado que los que llevaba por detrás no tenían previsto volver a detenerse a repostar. El español hizo un trompo en la curva 7 y quedó fuera de combate. Por radio, informó de que la causa fue una avería en el cambio, pero después señaló que se trató de un error de pilotaje.

El británico Lewis Hamilton (McLaren), hasta ayer líder del campeonato y que salió desde el primer puesto de la parrilla, y el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), actual campeón, tampoco pudieron acabar la carrera después de que el primero embistiera al segundo en la calle de garajes en el momento de regresar a la pista tras el primer repostaje. Hamilton arrolló a Raikkonen mientras éste esperaba a que el semáforo de la calle de garajes estuviera en verde para regresar a la pista.

Todos los favoritos adelantaron su primer repostaje tras una salida a la pista en la vuelta 17 del coche de seguridad, que tuvo que intervenir después de que el alemán Adrian Sutil tuviera que dejar su coche aparcado a un lado de la pista. En el momento de enfilar la calle de garajes para regresar a la pista el semáforo estaba en rojo, algo en lo que repararon Raikkonen y Kubica, pero no así Hamilton, que se llevó por delante al finlandés. Nico Rosberg también resultó perjudicado, ya que a su vez golpeó al inglés, lo que le obligó a regresar poco después a su garaje, aunque pudo seguir en carrera.

Esta circunstancia la aprovechó Kubica para, una vez hubiesen entrado a repostar todos los que no lo hicieron en la primera serie, situarse en una posición franca. Para alcanzar el liderato, el polaco primero tuvo que adelantar a su compañero Heidfeld, que no opuso resistencia y que se encontró delante gracias a que no entró a repostar cuando lo hicieron los favoritos.

Una vez delante, Kubica contó con el apoyo de Heidfeld, que frenó lo que comenzó a ser un acoso incansable de Alonso. El español trató de superar varias veces, aunque sin éxito, al germano. Y cuando más lo estaba intentando llegó su abandono, por un trompo en la curva siete. Con avería o no, lo cierto es que Fernando Alonso no pudo seguir y arrojó la toalla.