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Con la alegría contenida y el polo que ha lucido estos días sin tachar aún la edición de 2008, Rafael Nadal expresó su satisfacción por la conquista de su cuarto Roland Garros. El mallorquín explicó que por «respeto» a Roger Federer su celebración fue más comedida que en sus anteriores victorias y dio valor a la persistencia de sus victorias en las últimas cuatro temporadas sobre tierra. Nadal, que agradeció desde la humildad las comparaciones con Borg, hizo gala de su capacidad para mantener los pies en el suelo y tiñó de normalidad una gesta que dedicó a todos los que le siguen en general y a su familia y equipo en particular.

El tetracampéon de la Copa de los Mosqueteros, que situó la clave del choque en el 3-3 del segundo set, reconoció que «no esperaba» un resultado tan claro en la final y analizó que su juego ante Federer fue «casi perfecto». «Ni en mis mejores sueños había pensado en esto», espetó el mallorquín cuando echó la vista atrás, aunque sobre todo, destacar que «siento una gran satisfacción por el trabajo hecho. Es el Grand Slam en el que tengo más opciones y es una sensación de que si ganas pase lo que pase será una gran temporada. Es más que todo lo demás, pero repetir lo mismo en la temporada de tierra durante cuatro años es más difícil que ganar cuatro Roland Garros seguidos».

Al contrario que en anteriores ocasiones Nadal, que admitió haber mejorado en tierra, no se lanzó al suelo y tampoco hizo lo imposible por saltar a abrazarse con los suyos. No obstante, el balear ofreció la explicación que más le engrandece como deportista: «Cuando celebro algo no está planeado. Es el sentimiento del momento y hoy -por ayer- fue difícil. Fue duro para Roger y tengo que respetar a un buen tipo. Tenemos una buena relación y sentí que tenía que ser más respetuoso. Es demasiado bueno para que esto le pese, pero no es fácil perder una final de Grand Slam. A mí me pasó en Wimbledon y es doloroso».

Los triunfos del manacorí sobre Federer no le impiden analizar con reservas sus opciones de verse en la cima de la ATP. «No me siento el número uno, me siento como el dos porque lo soy y lo cierto es que estoy más cerca del tres que del uno. Estoy el primero en la Race y debo seguir mejorando porque hay muchos jugadores que vienen con fuerza».

Rafael Nadal no quiso establecer comparaciones con las victorias anteriores y se limitó a contestar que cada victoria deja «emociones diferentes», aunque también analizó que «finales más apretadas te dejan una sensación de satisfacción mayor al momento, pero al fin y al cabo lo que cuenta es tener el trofeo».

Entre la multitud de comparaciones con Björn Borg y sus posibilidades de igualar sus récords y tratar de superar otros hitos del sueco, Nadal recibió con alegría los halagos de la comparación, pero quiso saborear el momento. «En 2008 he ganado este título y es lo más importante. Cuando acabe mi carrera me preguntarán por los récords, pero por ahora estoy satisfecho con esta victoria y todo lo que sea compararme con Borg aún me queda muy lejos porque es mucho mejor que yo».

La actividad no se detiene y el número dos del mundo aseguró que ya se dispone a desembarcar en la temporada de hierba con la expectativa de seguir evolucionando en su juego. «Voy a Queen's con la intención de llegar lo mejor posible a Wimbledon. Si juego más de un partido en Queen's será muy bueno para mí. A lo mejor algunos partidos son más fáciles si voy con confianza, pero la hierba es una superficie muy diferente a la tierra batida y lo más importante es tener una buena semana de entrenamiento previa en Wimbledon».