Laporta compareció ante los medios de comunicación, tras una reunión de junta que duró unas seis horas y media, junto a los dos vicepresidentes que le quedan, Jaume Ferrer y Alfonso Godall, mientras que los ocho restantes se han sentado frente a él en la sala de prensa del Camp Nou.
El presidente anunció que provisionará las bajas en la junta (cuatro como mínimo), y ha vuelto a recordar que siguen entendiendo que el resultado de la moción de censura «fue un voto de castigo».
El mandatario barcelonista defendió que por sentido de la responsabilidad ha buscado «la cohesión de la junta», pero lamentó que no ha sido posible «por diferencia de criterios por cómo debíamos de continuar después del voto de censura».
Los dimisionarios son los vicepresidentes Albert Vicens, Ferran Soriano y Marc Ingla, además de los directivos Josep Lluis Vilaseca, Evarist Murtra, Xavier Cambra, Claudia Vives-Fierro y Toni Rovira.
El número trece
A pesar de la magnitud del hecho, la junta que preside Joan Laporta podrá continuar con su legislatura, ya que para haber provocado que la directiva hubiese dado paso a una junta gestora, habría sido necesario la dimisión de trece miembros.
La desbandada de directivos tras la reunión de ayer es la más numerosa que se recuerda en el Barcelona, por el hecho de haberse producido en el mismo día. De hecho la junta de Laporta ya había perdido en los anteriores años a seis directivos, cinco de los cuales Jordi Monés, Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell, Jordi Moix y Xavier Faus lo hicieron al finalizar la temporada 2004-05, mientras que Alejandro Echevarría lo hizo al año siguiente.
Después de llevarse a cabo esta nutrida dimisión, en la que había tres vicepresidentes (Vicens, Ingla y Soriano), el vicepresidente primero, Albert Vicens, leyó un comunicado conjunto, tras el que no ha acepto preguntas de los informadores, en el que deseaba suerte a sus compañeros. «Anunciamos que hemos renunciado a nuestros cargos en la junta del Barça. Los motivos que nos han llevado a tomar esta decisión son por discrepar de la manera de actuar a partir de la votación tras los resultados en el referendo», leyó el veterano directivo, ex miembro de 'El Elefante Azul' con Joan Laporta y Albert Perrín, un movimiento opositor que creció al final de la legislatura de Josep Lluís Núñez.
«Para nosotros el resultado del domingo expresaba un descontento mayoritario a esta junta directiva y debido que la moción no había prosperado aconsejaba a realizar un cambio sustancial e inaplazable. Esta posición no es compartida por el presidente ni el grupo de directivos, que han decidido continuar en el gobierno del club. Nuestra propuesta ofrecía estabilidad y paz social de forma inmediata a corto y medio plazo», añadió Vicens.
Laporta por su parte insistió en el hecho que «ha habido una diferencia de criterios después de la votación, que ha provocado esta consecuencia», manifestó. «Sin embargo, creemos que es el momento de recuperar la calma y la estabilidad para llevar a cabo con eficiencia, la configuración de las plantillas profesionales», añadió.
El presidente reconoció que el domingo se había superado la moción pero que recibieron un voto de castigo, por lo que ha tomado la decisión de «consultar de manera vinculante en la próxima asamblea de compromisarios, mi continuidad al frente del club». «Creo que es la decisión más adecuada con lo que dice el barcelonismo», dijo.
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