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Fernando Fernández María Fuster y Melanie Costa son el mejor reflejo del buen trabajo del CTEIB y el Club Natació Palma. Las mallorquinas formarán, junto a Marco Rivera, una participación olímpica de récord en Pekín. Por primera vez, tres nadadores de Balears estarán en unos Juegos. Y además, lo harán multiplicando sus presencias en el 'Cubo de Agua'. Si Rivera es un mediofondista consumado, Fuster y Costa se abonan a la velocidad y llegan con unos números que impresionan. Su puesta a punto antes de viajar a Kobe (Japón), escenario de una concentración previa al viaje a Pekín. Poseedoras de las plusmarcas nacionales de 100 (Fuster, 54.05) y 200 libres (Costa 1:59.12), Maurizio Coconi no ha tenido dudas a la hora de incluir a las pupilas de Fernando Gómez-Reino y Rafa Huete, que a finales de mes dejarán la Isla (el día 21) para hacer realidad un sueño.

Costa, que el próximo año estudiará y entrenará en la Universidad de Florida, es fija en los 200 libres y el relevo 4x200, para el que logró la mínima olímpica junto a María. Por su parte, Fuster tiene previsto nadar los 100 libres y en su agenda está el 4x200, sin dejar de lado una posible irrupción en 4x100 estilos. La cuenta atrás hacia los Juegos ha sido intensa, «pero ha valido la pena», asienten ambas, que se encuentran ante su primera experiencia olímpica, algo que supone un estímulo añadido para Fuster, quien quiere «conseguir un buen resultado, porque dentro de cuatro años, no sé si estaré a este nivel». Costa (1989) espera hacerlo bien, pero sabe que «mi momento puede llegar en 2012». Ambición les sobra, pues en las competiciones individuales, «el techo está en la final. La semifinales es asequible y real», dice Melanie Costa, mientras que María Fuster apostilla que en los relevos «también es posible, pero ya dependes de las otras dos nadadoras». El hecho de que las finales se disputen en horario matinal y las clasificatorias por las tardes es algo que no les preocupa «porque estamos acostumbradas a entrenar por las mañanas, aunque es mejor competir por la tarde. Puede ser un aliciente», confiesan ambas, que agradecen el apoyo de sus familias, amigos y entrenadores «porque tienes que renunciar a muchas cosas. Pasas mucho tiempo fuera de casa, en la piscina, sin poder ir a clase...», comenta Fuster, mientras su amiga y compañera de expedición y entrenamientos, para la que «vale la pena tanto esfuerzo si al final consigues tu objetivo. Unos Juegos es algo que te quedará para siempre». En plena cuenta atrás, Fuster y Costa saben que pueden hacer historia.