Keith Wyness, en una imagen captada en los exteriores del estadio del Everton.

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M.Alzamora/C.Montes de Oca

El primer 'fichaje' de Paul Davidson es Keith Wyness, que hasta hace pocas horas ocupaba el cargo de director ejecutivo del Everton y que en unos días será presentado como consejero delegado del Real Mallorca SAD. De esta forma, el organigrama ejecutivo en la entidad balear estará regido en sus máximas figuras por Davidson como presidente, Wyness como director general y con competencia en todas las áreas, principalmente la económica y de márketing y Grande como presidente con un cargo institucional y representativo.

Wyness exhibe un currículum envidiable y la práctica totalidad de cargos que ha ocupado han sido de alta responsabilidad. Se inició en puestos de máximo nivel en la compañía British Airways como jefe de prensa. Después pasó a ocupar el cargo de responsable de márketing de Concorde, impulsando el club VIP'S de la compañía. Fue uno de los cofundadores del lujoso crucero Radisson Diamond y estuvo cerca de comprar la compañía Cunard.

Su singladura en el deporte se inició en el proyecto 'Olympic Club', una iniciativa de márketing a nivel mundial que se puso en práctica en los Juegos de Sydney. En octubre de 2000 le contrató el Aberdeen, el club de su ciudad natal, y en el que perteneció hasta 2004, fecha en que recaló en el Everton ocupando el cargo de director general.

Con la llegada de este alto ejecutivo, Davidson pretende situar a uno de los mejores directivos del fútbol inglés en el Real Mallorca y que sea él quien abandere su proyecto de expansión económico y social del club, punto básico en el libro de estilo del que será nuevo empresario de la SAD Balear. Si bien estos dos auntos son su principal objetivo, a nivel deportivo Wyness también tendrá competencias y en su papel de máximo ejecutivo de la entidad tras el propietario, estará informado de todos los pasos que se den en este sentido. La intención del futuro nuevo propietario del club bermellón es intentar plasmar en la Isla el modelo de gestión que se lleva a cabo en los clubes de la Premier.

Davidson quiere traerse a uno de los ejecutivos estrella en Inglaterra y así lo reflejaba incluso ayer la prensa inglesa que se preguntaba por el futuro de uno de los hombres que más ha colaborado en hacer del Everton uno de los clubes más potentes y sobretodo mejor organizados de la Premier Leaguer. Davidson quiere que el club esté comandado en su sólo bloque, es decir, que no exista una línea que divida la propiedad y su alto ejecutivo, con el resto de empleados del club que en estos momentos llevan el día a día de la entidad.

Si bien Davidson ha expresado su deseo público de que Vicenç Grande continúe en el club como presidente, su función con la nueva organización no está definida y deberá aclararse durante las próximas semanas. La intención del empresario inglés pasa por ser propietario del Mallorca a todos los efectos en tres o cuatro semanas y hacer efectivo el preacuerdo plasmado entre él y Grande hace ahora diez días.

Hasta el próximo día 1 de septiembre, todo indica que Davidson no quiere interferir en la planificación deportiva ni tampoco inmiscuirse en la organización del club, situación que sí empezará a aplicar cuando se haya firmado el preacuerdo y el Real Mallorca sea suyo a todos los efectos.