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Fernando Castán|PEKÍN
El nadador estadounidense ganó ayer en Pekín su octava medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2008, algo que nadie antes había conseguido, y superó la histórica marca de su compatriota Mark Spitz, de siete, vigente desde Múnich, en 1972.

Phelps en la capital china ha ascendido un peldaño en el Olimpo. Ha pasado de estar al grupo de los grandes a entrar en la categoría de los mitos del deporte, donde no hay más de diez personas y es con 14 medallas de oro el mejor de la historia del olimpismo.

El estadounidense, nacido en Baltimore (Maryland) hace 23 años, ganó junto a sus compañeros del relevo 4x100 estilos, Aaron Peirsol, Brendan Hansen y Jason Lezak, la octava medalla en la capital china y la decimocuarta de oro olímpico de su carrera deportiva, pues a las ocho de Pekín hay que añadir seis títulos de Atenas 2004 y dos de bronce de la capital de Grecia.

Lo hizo además de la forma más bonita, compartiendo el título con sus compañeros del equipo de relevos, sin los cuales no habría superado la marca de Spitz, y rebajando el récord del mundo. En cada final que ha nadado, salvo en los 100 mariposa de ayer, Phelps ha batido el registro mundial.

Los reyes del Cubo
Los americanos han ganados los tres relevos masculinos en el «Cubo de Agua» pequinés durante los nueve días de la competición de natación. El equipo estadounidense lo batió como la ocasión requería por más de un segundo. Peirsol, Hansen, Phelps y Lezak pararon el crono en 3:29.34 y nadaron más rápido que en Atenas 2004 cuando marcaron 3:30.68.