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Fernando Fernández |PEKIN
Será Croacia. El penúltimo escollo hacia la medalla garantizada, o lo que es lo mismo, hacia una más que probable final ante Estados Unidos puede presumir de haber dejado en el camino al último verdugo en partido oficial de España, la Rusia campeona de Europa, y obtener un billete para el cruce de cuartos de final, la barrera límite que define el fracaso o el éxito próximo de España en el torneo de baloncesto masculino, al que Rudy y compañía llegan con la vitola de campeones del mundo y segundo mejor equipo del viejo continente. Tras la frustrante derrota en Atenas ante los estadounidense, en cuartos precisamente, la generación que encarna España quiere dar otro paso al frente y escalar hasta las semifinales a costa de un equipo tan irregular como genial, en el que la ausencia de Marko Popovic, víctima de una fascitis plantar en el pie izquierdo, merma el potencial de un conjunto que despidió la primera fase arrasando a Irán (57-91) y aguarda el miércoles a una España obligada por galones a avanzar y romper un maleficio que sigue intacto desde Los Àngeles 84.

Es un cruce accesible, en el que Croacia presenta un equipo con calidad y buen conocimiento del rival. Los Planinic (el ex del TAU será duda hasta el último momento), Kus, Marko Tomas, Banic, Barac o Ukic saben lo que es la ACB y conocen algunos de los argumentos que Aíto pondrá sobre el parqué para contrarrestar la ambición y la falta de presión con la que llegarán los hombres de Jasmin Repesa, que tiene en sus manos a un bloque que no ha sabido mantener una línea constante a lo largo de la primera fase, pero que ha agarrado el tercer puesto para seguir con vida y callar muchas bocas, que no apostaban por un país huérfano de éxitos para la canasta desde la jubilación del bloque que logró la plata en el 92.

El último precedente no invita a la relajación, aunque la imagen ofrecida por España en la primera fase hace que toda precaución sea poca. El estreno del pasado Eurobásket, en Sevilla, enfrentó a españoles y croatas en un duelo que se decantó del lado de los balcánicos (84-85). Es además Croacia, el equipo ante el que Rudy Fernández debutó con la selección absoluta, el 23 de julio de 2004, camino de los Juegos de Atenas, y en Son Moix, ante su gente. El acumulado de enfrentamientos previos habla de un ajustado 8-10 a favor de los croatas, que podrían verse beneficiados por una posible baja de última hora en el bando español. El pívot Marc Gasol padece un pinzamiento en la rodilla y ya no disputó un sólo minuto frente a Angola. El parte médico no da buenas noticias, y España podría perder a uno de sus puntales en la pintura para encarar el primero de los dos partidos que van a permitirles asegurar una presea e igualar el mejor resultado del baloncesto olímpico español.

Llega la hora de la verdad y si España impone sus argumentos tendrá de nuevo una medalla a tiro. Conviene recordar que si se supera el primer cruce después se presentaría otro duelo envenenado, bien ante la anfitriona China (puso contras las cuerdas a los de Aíto hace unos días) o bien ante la poderosa Lituania. El camino hacia el éxito empieza a empinarse.