Los escandinavos comenzaron muy fuertes el torneo olímpico, pero son un equipo asequible para España. De hecho, la selección española se impuso por 38-32 en el partido correspondiente a la segunda jornada del torneo internacional que se disputó hace un mes en la ciudad francesa de Estrasburgo.
Dos semanas antes, en Islandia, España ganó un partido a los nórdicos (35-34) y perdió otro (27-35). Sin embargo, el entrenador vallisoletano reconoció ayer que los precedentes de las victorias ante Islandia «no valen ahora», ya que, a su juicio, «hay que competir» y esto son «unos Juegos».
«Nos conocemos bien, eso está claro, pero esto son unos Juegos Olímpicos, es lo máximo y todo es distinto», subrayó el entrenador vallisoletano. El jugador de la selección española Iker Romero aseguró también tras ganar a Corea del Sur en semifinales que Islandia es un equipo con el que están «muy familiarizados» pero que son «muy duros» de superar.
«Creo que hemos jugado seis veces contra Islandia en los últimos tres meses y estamos muy familiarizados, pero vamos a tener que trabajar muy duro para ganarles. Tienen a Stefansson, que es uno de los mejores del mundo», dijo.
Stefansson es una preocupación, pero también lo es el lateral español Alberto Entrerrios, quien tiene problemas en un tobillo y es una de las dudas de Pastor. Aunque Rocas, Juanín, Iker y Malmagro están destacando en ataque, ante Islandia se pueden echar de menos los lanzamientos del lateral asturiano.
La otra semifinal es un «choque de trenes», un enfrentamiento Francia-Croacia que se jugará a partir de las 18'00 hora local. Este partido se ha igualado en los pronósticos tras la recuperación del croata Ivano Balic, uno de los mejores jugadores del mundo junto al francés Karabatic. Los encuentros de semifinales se jugarán en una nueva sede para el torneo de balonmano en estos Juegos Olímpicos, el Palacio Nacional de Pekín.
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