Robinho compareció ayer durante siete minutos ante la Prensa, a la que había convocado él mismo. Lo hizo visiblemente nervioso, entre una gran expectación y con más de media hora de retraso, para pedir al Real Madrid, a un día y medio del cierre del mercado de fichajes, que acepte la oferta del Chelsea. Está dispuesto a quedarse en la grada si le retienen.
«La situación no ha cambiado nada. Siguen las negociaciones, yo sigo con la misma idea de marcharme del Real Madrid, quiero jugar en el Chelsea. Se lo he dicho al presidente, directivos, Mijatovic y al entrenador. Por enésima vez lo digo ante la prensa. Todavía el entrenador piensa que me puede recuperar, pero mi cabeza está en el Chelsea», afirmó.
El delantero brasileño conoce que el principal defensor de su continuidad en el Real Madrid es Bernd Schuster. Por eso, dio un paso más en su estrategia y por primera vez se enfrentó al técnico.
«Schuster no es mi padre, es mi entrenador. No me va a obligar a hacer nada. Está mirando sus objetivos y yo el mío. Hasta ahora no tenía ningún problema con él. El presidente y Mijatovic me dejan salir, pero Schuster no porque se ha comprometido a recuperarme. Si piensa eso, es problema suyo. No quiero seguir», aseguró.
Robinho contó su versión sobre los acontecimientos que le han llevado a tomar la decisión de abandonar el conjunto madridista, en el que jugado los tres últimos años.
«Me ha molestado que desde mayo mi padre y mi representante hayan intentado renovar mi contrato, pero el club pensaba fichar a Cristiano Ronaldo y no tenía tantas ganas de renovarme», dijo.
«No fue una, ni dos, ni tres veces las que mi representante y mi padre fueron al club a renovar. Han ido más de mil veces y el club tampoco se interesó mucho por mi permanencia. No tengo nada contra Cristiano, me parece un excelente jugador, pero tengo mi valor y mi orgullo. Ahora como el club no ha conseguido fichar, mi salida es un problema. Tengo mi orgullo y mi intención es salir», añadió.
El delantero brasileño desveló que las primeras conversaciones para su renovación fueron «a principio de mayo» y se enfadó porque «el club dijo que volvieran en septiembre cuando se cierran las negociaciones».
Fue el momento en el que asegura que cambió su forma de pensar. «Antes pensé que estaría diez años, pero no es posible y ahora tengo ganas de salir». Y está convencido de que aún no ha sido traspasado porque «el problema es que el club no ha conseguido fichar a nadie».
También tuvo palabras hacia la afición del Real Madrid, molesto porque se le está acusando de pesetero. Pensando en el caso de que tenga que quedase en el club, amenazó con quedarse en la grada: «Quiero aclarar las cosas porque me llaman pesetero y no saben lo que ha pasado. Llegué al presidente con una propuesta del Chelsea, me dijo que si la propuesta era buena me dejaría salir. Estaba seguro de fichar a otro jugador pero ahora, como estamos al final y no han fichado a nadie, no quieren dejarme salir», insistió.
«Si tengo que estar una año sin jugar lo estaré. Me recuperaré porque soy joven, tengo 24 años, y es el destino», manifestó. Aunque dos minutos después también dijo que no podría negarse a jugar. «No me voy a negar, tengo contrato. Si me hiciesen jugar lo haría aunque no estaré contento». Terminó insistiendo en que su relación con todos sus compañeros es buena.
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