Paul Davidson y Vicenç Grande, el pasado 21 de julio, día que oficializaron el preacuerdo por la venta del club.

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Carlos Montes de Oca

El Mallorca se adentra en una semana que marcará su destino. La inminente venta del principal paquete accionarial -un 93% de los títulos- supondrá el epílogo a una era. El punto y final a la mallorquinización que sembraron hace un lustro, en agosto de 2003, un grupo de empresarios isleños. En los próximos días, salvo un giro radical en las negociaciones, se cerrará un libro de ruta que comenzó a redactarse el pasado 21 de julio, cuando Vicenç Grande y el magnate inglés Paul Davidson alcanzaron un principio de acuerdo para la venta del club.

Entonces, una de las cláusulas del preacuerdo incluía la permanencia de Grande en la presidencia durante «un mínimo de cinco años». Hoy, cuarenta días después, la continuidad del empresario mallorquín en la poltrona está en entredicho. Su situación personal y anímica no parece las más adecuada para seguir al mando de la nave, aunque sea de forma institucional. La reacción de la afición en la presentación del equipo, cuando cargó con dureza contra el presidente durante su discurso, y el concurso de acreedores del Grup Drac han minado su moral y Grande ha comentado a sus íntimos que medita la posibilidad de abandonar la presidencia. De esta forma, incumpliría una de las cláusulas firmadas en su momento con el magnate inglés. En cualquier caso, la decisión que vaya a adoptar Grande cuando se formalice la operación es una incógnita y habrá que esperar acontecimientos.

La opción de compra sellada hace seis semanas fijó una fecha límite que expiró ayer, 31 de agosto. Y, a día de hoy, el principal paquete accionarial de la SAD balear sigue en poder de Vicenç Grande. No obstante, el presidente desveló el pasado sábado, en las entrañas de Mestalla, que los abogados de ambas partes ya habían comenzado a firmar los primeros documentos para cristalizar el traspaso de poderes. «El viernes nos reuniremos para ver qué documentación nos traen. Pero, si todo transcurre con normalidad, en breve quizás deje de ser el propietario del club», apuntó el todavía dueño de la entidad.

Por las manifestaciones de Grande, el viernes será el día clave para sellar una operación histórica que dejará al Mallorca, por primera vez desde su fundación en 1916, en manos extranjeras. La compra-venta de la SAD balear se realizará a través de Barclays Bank. Directivos del banco británico y Paul Davidson almorzaron el pasado miércoles en un conocido restaurante de Ciutat para perfilar los detalles de una transferencia que podría desembocar en Davidson en la propiedad y un ejecutivo de su confianza, con Keith Wyness como principal candidato, como jefe de operaciones. ¿Grande? Su futuro es una incógnita, aunque ya divisa el final de su ciclo en el Mallorca.