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Carlos de Torres|ZARAGOZA
El francés Sebastien Hinault, del Credit Agricole, sorprendió a todos los especialistas del esprint para conquistar la décima etapa de la Vuelta, disputada entre Sabiñánigo y Zaragoza, de 151 kilómetros, en una jornada de transición que mantuvo a Egoi Martínez (Euskaltel) con el jersey oro y que estuvo marcada por el rumor del regreso de Lance Armstrong.

Hinault, apellido ilustre del ciclismo mundial, asomó de nuevo para un momento de gloria, si bien, este corredor del Credit Agricole, no tiene nada que ver con el gran Bernard, el «Caimán» que conquistó 5 Tours.

La sorpresa fue mayúscula, ya que el galo Sebastien Hinault, veterano corredor de 34 años, no estaba en la lista de invitados a la victoria, pero apareció en el momento justo para dejar a los grandes especialistas con un palmo de narices. Entró brazos en alto con un tiempo de 3h.22.20, por delante de su compatriota Lloyd Mondory (Ag2r) y del belga Greg Avermaet (Silence), el vencedor en Sabiñánigo.

Volvió a la pomada Óscar Freire (Rabobank), inédito en esta Vuelta. Se colocó entre los mejores, buscó su hueco, pero en el momento del salto se encontró encerrado y se conformó con la cuarta plaza, por delante de Tom Boonen y Koldo Fernández. El triple campeón del mundo no recurrió a las excusas. «Busqué el lugar para salir pero no lo encontré. Ha sido una sorpresa que ganara Hinault», dijo. La Vuelta sigue con una sola victoria española, la de Valverde en Jaén.

Una jornada de transición, aunque los corredores no se sienten cómodos con este término, ya que siempre hay viento, nervios, codazos o riesgos de caída. Pero no hubo nada de esto y sólo el rumor de la presunta oferta de Astana a Lance Armstrong añadió algo de morbo. El presunto regreso del estadounidense eclipsó el triunfo de Hinault.

La undécima etapa de la Vuelta unirá Calahorra y Burgos a través de 178 kilómetros. La única dificultad es el Alto de Valmala (3a). Los esprinters tendrán otra ocasión.