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Albert Orfila / Carlos Montes de Oca Paul Davidson dio un paso al frente en su intención de comprar el Real Mallorca. En una reunión mantenida en la tarde de ayer en el despacho de Vicenç Grande en las oficinas de Drac, en el carrer de Manacor, el magnate británico se presentó una carta de recomendación financiera para demostrar su solvencia económica (la operación se cerraría según la oferta inicial, es decir, entre los 38 y los 42 millones de euros) para acometer la compra de las acciones.

En el cónclave estuvieron presentes los tres administradores concursales, -el principal Jorge Sainz de Baranda junto al economista Salvador Fornés y el letrado Raimundo Zaforteza- aunque no asistieron ni Javier Tebas, el auditor de Davidson, ni Keith Wyness, su consejero deportivo. El magnate británico se mostró exultante al término de la reunión: «It's O.K.» comentó antes de dirigirse al aeropuerto para volar rumbo a Londres. Vicenç Grande, sin embargo, negó a este periódico que la operación esté totalmente cerrada, aunque no quiso entrar en más detalles.

El juez
El traspaso de poderes parece estar encaminado, pero el fontanero no ha presentado todavía ningún aval bancario ni han acudido juntos a presentar su acuerdo ante el juez Víctor Fernández, que debe dar el visto bueno a la operación. El titular del Juzgado de lo Mercantil nº 1, que tramita el concurso de acreedores de Vicenç Grande y su holding empresarial Drac Plus, se encuentra de vacaciones hasta la próxima semana y sobre él recae ahora la decisión final del futuro de la SAD balear.

Uno de los puntos claves del preacuerdo apunta a la puja por las acciones de la entidad. Si no hay ninguna oferta superior a los 45 millones de euros, Paul Davidson se convertirá en el nuevo máximo accionista del Real Mallorca, cuando el juez estudie y apruebe la operación...

Uno de los aspectos en que más se fijarán a la hora de autorizar la compra venta de las acciones de Grande es la forma de pago. Sólo se admitirá dinero en efectivo, por lo que no se aceptarán ni acciones ni pagarés. Lo que persiguen los administradores es que los acreedores, que serán los destinatarios del dinero, cobren el máximo posible -están obligados a aceptar la oferta del mejor postor- y cuanto antes.

Alarmado por los posibles compradores potenciales que puedan aparecer, como anunció Ultima Hora la pasada semana, el inglés Freddy Sheperd no ha arrojado la toalla y pujará de nuevo por las acciones, Davidson se presentó en las oficinas de Drac con la intención de formalizar su oferta. No presentó ningún aval, aunque sí una carta de recomendación de Barclays Bank demostrando que es solvente. Ambos ratificaron las condiciones del preacuerdo firmado el pasado 21 de julio, es decir, una oferta de 38 millones de euros por el 93% de las acciones del Real Mallorca SAD propiedad del constructor y la continuidad de éste en la presidencia por «un mínimo de 5 años» y remunerado.

Según algunas fuentes consultadas por esta redacción, Davidson presentó la oferta necesaria para trasladar al juez y que éste estudie y apruebe la compra venta. Sin embargo, el magnate británico todavía debe cumplir una serie de requisitos, fundamentalmente la presentación de avales.

En principio, Davidson regresará de Londres el viernes con la intención de dar los últimos retoques a la operación. Todos los indicios apuntan a que se convertirá en el futuro propietario de la entidad y que Grande se mantendrá en la presidencia. ¿O no?