Dietrich Mateschitz, uno de los 500 hombres más ricos del planeta, parece haber cobrado ventaja en la carrera por la propiedad del Real Mallorca. El empresario austriaco tiene previsto formalizar a principios de la próxima semana una oferta de 50 millones de euros por el 93 por ciento de las acciones que controla la familia Grande. La propuesta económica del dueño de Red Bull, que el lunes o el martes será trasladada a los administradores concursales, supera notablemente a la de Paul Davidson (38 millones), que ha encontrado en Mateschitz a un competidor temible en la subasta por la SAD balear.
Red Bull ha desplazado a Mallorca a toda una legión de asesores jurídicos y financieros, y también a ejecutivos de su máxima confianza. Heinz Hochhauser, director deportivo del Salzburgo "equipo puntero de la liga austriaca que es propiedad de Dietrich Mateschitz" mantuvo ayer una larga reunión con Vicenç Grande, a quien le anunció una inversión adicional de 30 millones de euros en futbolistas.
La multinacional de refrescos, históricamente vinculada al patrocinio deportivo, planea además cambios sustanciales en la fisonomía del ONO Estadi. Algunos de ellos deberían consensuarse con el Ajuntament de Palma, propietario del recinto, y se irían aplicando de forma gradual. Red Bull, por ejemplo, quiere que Son Moix lleve su nombre, lo que supondría la rescisión del actual contrato con la compañía de telecomunicaciones. Los ejecutivos de la multinacional también han mostrado un gran interés por la ciudad deportiva de Son Bibiloni y piensan acelerar al máximo la construcción de una residencia para futbolistas de la cantera.
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