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A. Orfila / C. Montes de Oca

La venta de las acciones de Vicenç Grande sigue generando capítulos. En la jornada de ayer, la puerta se cerró en un lado y se abrió por el otro. Mientras Freddy Shepherd se dirigía a los administradores concursales para desconvocar la reunión prevista para esta tarde, en una muestra evidente de sacar bandera blanca y retirarse prácticamente de la puja, el magnate uzbeko Miradil Djalalov presentaba sobre la mesa una carta de intenciones con una oferta superior a los 50 millones de euros. Asimismo, el británico Paul Davidson, que está en contacto permanente con Vicenç Grande, acelera todos los trámites necesarios para adquirir el principal paquete accionarial del Real Mallorca.

Los abogados de El Fontanero comenzaron ayer a redactar el contrato de compraventa. Una vez que concluyan con este paso, se dará traslado a los administradores concursales para que estudien y valoren dicho documento antes de que el juez Víctor Fernández dé el visto bueno a la operación. Además, Paul Davidson ya tiene transferido el dinero (38 millones de euros) en un banco de la Isla en una operación financiera que está llevando a cabo con el Barclays Bank.

Aunque no es definitivo, la desconvocatoria de la reunión que estaba prevista para esta tarde entre Freddy Shepherd y los administradores concursales, invita a pensar en la retirada oficial del primer interesado en adquirir el paquete accionarial. Sobre todo porque no ha fijado ninguna fecha para pujar de nuevo por la SAD balear, un dato que paraliza, al menos de momento, cualquier movimiento del ex presidente y propietario del Newcastle, que hoy abandonará la Isla con destino Londres.

El último en sumarse a la carrera por el club es el magnate uzbeko Miradil Djalalov, propietari de Zeromax, una empresa con sede en Suiza, que ha puesto sobre la mesa una carta de intenciones con una oferta superior a los 50 millones de euros. La puja está servida.