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Ignacio Ortega|SAN PETERSBURGO
El Real Madrid le bajó los humos al Zenit San Petersburgo, el equipo de moda en Europa, y de paso rompió una racha de dos años sin ganar fuera de casa en competiciones europeas.

El partido se le puso de cara al equipo madridista a los 3 minutos, gracias a un gol en propia puerta del Zenit, pero los continuos fallos de la defensa blanca dieron vida al campeón de la UEFA y la Supercopa.

Casillas volvió a ser el salvador de su equipo en la segunda parte, mientras Higuaín, desacertado en los últimos metros, no consiguió hacer olvidar a Raúl, que ni siquiera saltó al campo.

El Real Madrid salió muy fuerte y dominó a placer los primeros quince minutos. Primero Higuaín remató espléndidamente de cabeza un centro medido de Van Nistelrooy, pero el portero ruso despejó a córner con una gran estirada.

Seguidamente, Van der Vaart penetró por la derecha aprovechando un resbalón del defensa y centró raso al corazón del área rusa, donde el eslovaco Hubocan introdujo incomprensiblemente el balón en su portería (m.4).

Dos minutos después, Van Nistelrooy pudo marcar el segundo, pero resbaló en el último momento. De la Red que era el amo del centro del campo y el Real Madrid imponía su ritmo.

No obstante, la alegría duró poco y a los quince minutos el Zenit comenzó a desperezarse, en gran parte gracias al lateral izquierdo Sirl, que cogió una y otra vez la espalda a Ramos.

Casillas salvó a su equipo a los 20 minutos cuando Pobrebnyak estaba a punto de empatar el partido tras una gran jugada de su compañero Zyriánov.
El Zenit pasó de dominado a dominador y Arshavin, que despertó de su letargo mediada la primera parte, comenzó a hacer diabluras.