Un comprador desacreditado

«Ha ofrecido una imagen terrorífica», señalaba uno de los integrantes de la reunión. La credibilidad de Davidson no atraviesa por su mejor momento. De hecho, una de las fuentes consultadas por esta redacción en la vertiginosa tarde de ayer apuntó textualmente que «el juego ha acabado. Con Davidson no pasará nada, no comprará el club», señalaba. «Ha sido una tomadura de pelo en toda regla y se ha reído de Cristo y de su madre», apuntaba una de las personas directamente implicadas en la operación y que como la gran mayoría de los que ayer se reunieron en Barclays lamentaban lo sucedido, aunque en su interior muchos confirmaban sus propias expectativas. De hecho, casi ninguno de los consultados cree a ciencia cierta que la operación va a hacerse como está previsto. «Hay que creerle, no queda más remedio, pero su forma de actuar no ha sido la correcta», manifestó otro de los implicados en esta histórica transacción. Este es el estado de ánimo de la mayoría de implicados en la venta del club, que llevan muchos meses trabajando y que ahora exigirán mucho más a Davidson para volver a ganarse su confianza. «Si realmente existe un problema, ¿por qué se comunica este a la una de la tarde?, ¿acaso ayer o anteayer no podía preveer que esto podía suceder?, se preguntaba otro de los profesionales en las gestiones para hacer efectivo el cambio de acciones del club. En la reunión de ayer en la sede de Barclays sobrevolaba la indignación entre gran parte de los asistentes. Se había trabajado duro para llegar hasta donde se llegó y cuando todo parecía visto para sentencia, la situación volvió a sufrir un revés duro que dejó a todos descompuestos y sin saber bien cómo maniobrar. Si bien se da un nuevo plazo a Davidson, los teléfonos vuelven a estar preparados por si aparece otra oferta importante a la que poder aferrarse si falla la opción del inglés.