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La propiedad del Real Mallorca baraja la posibilidad de vender únicamente un porcentaje de sus acciones, una maniobra que le ayudaría a revalorizar los títulos restantes "su valor contable" y por extensión, sus activos patrimoniales. En cualquier caso, el actual máximo accionista, Vicenç Grande, perdería el control de la sociedad, ya que la venta siempre afectaría a más del 51% de los bonos.

Cabe recordar que de las 116.421 acciones nominativas propiedad de Binipuntiró S.L., que representan el 91'24% del capital social de la SAD balear -el porcentaje que se comprometió a adquirir Paul Davidson-, una proporción notable de los títulos no están pignorados (hipotecados) por ninguna entidad bancaria. En concreto, esas acciones liberadas suponen el 63'7%, mientras que los bonos empeñados en el Banco de Sabadell, Caja de Ahorros del Mediterráneo y Sa Nostra, representan algo más del 37% de la entidad. En el caso de las primeras (63'7%) figura un porcentaje parcialmente desembolsado por lo que queda pendiente 1.388.395'41 euros que, presumiblemente, deberá ser asumido por el futuro comprador, aunque tiene de plazo hasta el 19 de noviembre de 2012...

Interés
De momento, el único que ha mostrado interés en comprar el club es el británico Freddy Shepherd. El ex propietario del Newcastle y representantes de la entidad mallorquinista están tratando de ajustar las agendas para mantener un primer cara a cara. Esta reunión, que en principio se había fijado para la presente semana, se ha aplazado de momento a la próxima, si bien tampoco es seguro que vaya a celebrarse.

Aunque Shepherd no quiere demorar su desembarco en Son Moix, la situación todavía se demorara. Uno de los motivos es la due diligence, una valoración de activos, que llevarán a cabo los asesores del magnate inglés para conocer de primera mano las cuentas de la entidad. Shepherd está al corriente de los números del club a mediados de julio, pero ahora esas cifras deben actualizarse.

Tal y como desveló este periódico en su edición del pasado miércoles, el naviero inglés puso sobre la mesa una primera oferta, superior a la realizada el pasado verano, aunque insuficiente todavía para las pretensiones de la propiedad. Shepherd fijó un tope de 16 millones de euros. El Grup Drac rechazó esa cantidad, pero ambas partes alargarán los contactos durante los próximos días.

De hecho, Shepherd les había instado a que viajaran a Londres para mantener una reunión, pero la parte vendedora también rechazó esa posibilidad y espera que sea el empresario inglés o alguno de sus asesores los que se desplacen a la Isla.